14.05.2024 |
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Como en los malos tiempos

El Racing recibe esta tarde al Alavés B con la intención de conseguir su primera victoria en casa | El filial vitoriano ya logró un empate hace un mes en pretemporada | Habrá novedades en el carril izquierdo y en la delantera

El Racing intentará conseguir hoy su primera victoria en casa aunque deba ser a puerta vacía. / Hardy
El Racing intentará conseguir hoy su primera victoria en casa aunque deba ser a puerta vacía. / Hardy
Como en los malos tiempos

Sostuvo Javi Rozada el pasado domingo, después de la victoria de su equipo en Lezama, que todavía era pronto, que aún habría que esperar dos o tres semanas para empezar a ver la mejor versión del Racing. Que nadie la espere, por lo tanto, para el encuentro de esta tarde. Tampoco nadie lo va a exigir porque aún es sólo la tercera jornada y no hay motor que se ponga de cero a cien tan pronto. Lo que el racinguista quiere es una evolución y, sobre todo, recibir la certeza de que el juego puesto en práctica ante el Bilbao Athletic no va a ser el mismo durante todo  el año y que aquello fue sólo un punto de partida, una manera de reforzarse moralmente.

Lo cierto es que al Racing le salió bien el plan que quiso poner en práctica en Lezama. Se presentó en territorio enemigo sabedor de que no le podía dar ni medio metro de terreno a su joven contrincante y lo consiguió. Se hizo fuerte atrás, se convirtió en un contrincante incómodo, vino a dominar el partido sin balón y aprovechó la que tuvo para llevarse todo el botín. Ese gol lo cambió todo. De no haber existido, la semana quizá habría sido más complicada y la presión y su consecuente la ansiedad, que suele surgir como efecto secundario, quizá hubieran aparecido. Porque cuando uno juega a ser práctico se queda sin nada si esa apuesta no da resultado. Haber sumado un empate jugando por momentos a equipo pequeño después del mal partido de Portugalete habría estado en las antípodas de un inicio soñado.

Reclamaba Rozada antes del partido ante el Bilbao Athletic que el Racing fuera, ante todo, un equipo reconocible. Por ahora, es difícil saber que es él a poco que aparezca un poco de niebla. Contra el Portugalete no se sabe muy bien qué quiso hacer y en Lezama jugó a algo a lo que parece que no va a jugar hasta nuevo aviso o hasta que se encuentre delante con un equipo similar. Porque el Bilbao Athletic no es como los demás. Tiene un talento individual que pocos tienen y también una predisposición que, sobre todo en este grupo, quizá sólo tenga la Real Sociedad B. En principio, parecía el idóneo para mostrar esa presión alta e intensa que había anunciado el entrenador ovetense durante la pretemporada, pero no la enseñó. Y no lo hizo porque, en primer lugar, aún no veía a sus jugadores preparados y, en segundo lugar, porque priorizó la necesidad de cerrar espacios para impedir que corriera el aire. Lo que falta por ver es qué hará hoy el conjunto cántabro y si en verdad por fin mostrará las que, en principio, han de ser sus señas de identidad.

Delante va a haber otro filial. Es el del Alavés, que, en principio, tiene menos talento e incluso menos ambiciones que el del Athletic. Pero es igual de peligroso. De hecho, a día de hoy incluso es posible que más. El Racing lo conoce bien porque se midió a él hace apenas un mes y no pudo pasar del empate en el mismo escenario en el que se jugará el duelo de esta tarde. Se trata de un plantel muy joven, renovado profundamente como también lo fue el entrenado por Joseba Etxeberria y con un grande en el banquillo como Iñaki Alonso. Nadie se puede fiar del filial blanquiazul y, de hecho, se va a presentar con tres puntos tras un solo partido disputado. Debió haber comenzado la temporada midiéndose al Real Unión pero el confinamiento de los irundarras hizo que no comenzaran a caminar hasta la semana pasada, cuando le ganó 2-0 al Arenas en casa.

De este modo, el filial blanquiazul se va a presentar en El Sardinero con ganas de acabar lo que empezó en el duelo de pretemporada, cuando cerca estuvo de ganar. Lo malo para sus intereses es que el plantel que Javi Rozada tiene a su disposición ha cambiado mucho desde entonces. Aquel día, todavía no estaban en el Racing Cedric, Balboa, Nana, Matic ni Soko. Y no es poca cosa porque, de hecho, es más que probable que todos ellos menos el último sean titulares hoy. Es un tercio del equipo.

Se tiene que notar y más hoy, cuando todos ellos han acumulado una semana de trabajo más y han de estar más cerca de su punto ideal. Como el resto del equipo. Quien aún no está listo para jugar de inicio es Patrick Soko, que apenas lleva diez días en Santander y ha de pagar peaje. Físicamente ya ha demostrado en los entrenamientos que es un portento pero le falta ritmo de competición y le falta también conocer a sus compañeros. Aún así, algo raro tendría que pasar para no verle hoy en acción. En principio, ha llegado para jugar como extremo derecho pero durante la semana le ha probado Rozada también como extremo izquierdo. Quería ver cómo se desenvolvía arrancando desde ese costado y buscando posición de disparo y lo cierto es que el test fue positivo porque en el partidillo del jueves incluso marcó un gol.

Es bueno haber comprobado si se puede utilizar al jugador camerunés en el carril del once porque es posible que haya que echar mano de él para desarrollar ese papel. Y es que, el Racing, que se las creía muy felices esta semana al comenzar la misma con todos sus jugadores a su plena disposición, vio cómo el miércoles perdía a dos futbolistas zurdos. Uno de ellos era Álvaro Bustos, que fue quien se llevó la peor parte y que había comenzado como titular las dos jornadas ligueras disputadas hasta la fecha ocupando la plaza de carrilero izquierdo. Ha sufrido una rotura de fibras y habrá que vivir sin él entre dos y tres semanas. El otro fue Pablo Andrade, que ya se había quedado en casa el fin de semana pasado por una lesión en la rodilla que no fue a más pero que se complicó después del fuerte golpe que recibió en la última acción del entrenamiento.

El brasileño se mantiene entre algodones y, de esta manera, Rozada va a tener que meter savia nueva en ese carril. En dos partidos, ya ha utilizado a 19 futbolistas y es más que probable que, por lo menos, a partir de hoy sean 21. Uno de ellos será Soko en el segundo tiempo y el otro será Marco Camus, probablemente de inicio para ejercer de carrilero izquierdo. La otra opción es Joan Maynau pero el catalán dejó patente el pasado domingo en Lezama que tampoco posee aún el motor suficiente como para desempeñar ese papel de partida. De esta manera, será el santanderino, salvo sorpresa, quien por fin se estrene en Segunda B. Fue de lo mejor durante la primera parte de la pretemporada pero cayó lesionado con una dolencia similar a la que ha frenado a Álvaro Bustos y eso le impidió completar el largo proceso de puesta a punto y comenzar la competición con cierta normalidad. Y su equipo y su entrenador le han echado de menos.

Son conocidas de sobra las aptitudes ofensivas de Camus pero están por ver las defensivas. Y para ejercer de carrilero hay que explotarlas. Hoy es un día importante para él como también lo va a ser para un Racing que es consciente de que, sobre todo en casa, ha de enseñar algo más de lo que enseñó el domingo pasado. Porque jugando como le jugó al Bilbao Athletic se antoja complicado alcanzar el ambicioso objetivo que busca. Y tampoco van a ser todos los rivales iguales porque no todos van a querer el balón. El Alavés B es de los que no los desprecia, pero también sabe vivir sin él.

En principio, aunque a medio plazo está ‘condenado’ el conjunto cántabro a cambiar de dibujo y a volver a alinear a cuatro atrás, hoy va a seguir con tres centrales. Matic, Figueras y Óscar Gil se comportaron de manera muy solvente la semana pasada.  Queda por definir qué sucederá en la sala de máquinas mientras que en ataque es más que probable que comiencen jugando Cedric y Balboa, que fueron los últimos delanteros en llegar. El objetivo del Racing será llevarles balones porque le está costando enlazar con la gente de arriba. Es cierto que el equipo de Rozada apenas ha sufrido atrás en los 180 minutos ligueros que ya se llevan disputados, pero también lo es que ha generado muy poco en campo rival.

Ha demostrado el Racing saberse defender bien y agarrarse a los partidos pero también necesita demostrarse a sí mismo que sabe llevar la iniciativa del juego y, sobre todo, que sabe qué hacer con la pelota en su poder. Le ha venido faltando fluidez, ritmo e ideas en la sala de máquinas. Y para encontrarlas quizá sea importante que jugadores como Nana y Villapalos vayan adquiriendo un mayor y mejor estado de forma. Ambos han dado señales de lo que pueden llegar a dar vestidos de verdiblanco pero por ahora son sólo promesas.

Nana, al menos, ya sabe lo que es marcar. Anotó el gol del empate contra el Portugalete, cuando hubo tres mil espectadores en la grada. A saber cuándo los volverá a haber. Aquel día se estableció un tope de 6.666 aficionados pero no fueron ni la mitad porque hubo que hacerlo todo demasiado rápido, ya que el decreto gubernamental que lo permitía salió 48 horas antes del encuentro. Por aquel entonces, las cosas parecían ir bien desde el punto de vista sanitario, pero se han empezado a torcer de manera tan rápida que hoy no podrá haber nadie. De nuevo toca jugar a puerta cerrada. Se puede ir al cine pero no se puede ir al fútbol. El futbolero siempre paga. En medio, se redujo el porcentaje de asistentes permitidos de un 30 a un 20% del aforo pero el pasado miércoles ya advirtieron de que, finalmente, iba a ser de cero. De nuevo, por lo tanto, habrá que jugar con eco. Como en los malos tiempos.

Como en los malos tiempos
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