Cientos de bomberos franceses lucharon el martes para contener un voraz incendio forestal cerca de la localidad mediterránea de Saint-Tropez, y miles de residentes y veraneantes se vieron obligados a evacuar.

Alrededor de 900 bomberos utilizaron mangueras de alta presión, aviones y helicópteros para intentar controlar las llamas, que empezaron a correr por los matorrales y árboles de la reserva natural de Plaine des Maures el lunes por la noche.

Este año, grandes incendios ya han arrasado partes de Grecia, Turquía, España, Portugal, Argelia y Marruecos.

La cuenca mediterránea se enfrenta desde hace tiempo a incendios forestales estacionales relacionados con su clima seco y caluroso en verano, pero los científicos del clima advierten que serán cada vez más frecuentes debido al calentamiento global provocado por el hombre.

"El fuego sigue comenzando en muchos lugares diferentes. Estamos muy lejos de declarar la victoria", dijo a la AFP el capitán del servicio de bomberos de la región francesa de Var, Olivier Pecot.

"El viento se ha levantado, ha cambiado ligeramente de dirección, y el fuego está empezando a extenderse en zonas que no habían sido impactadas", añadió.

Entre los miles de personas trasladadas a la seguridad de los edificios municipales y las escuelas se encontraban 1.300 personas que se alojaban en un camping en la localidad de Bormes-les-Mimosas, en la costa de Saint-Tropez.

"Miles de personas han sido evacuadas por precaución, pero no hay víctimas", declaró a la AFP el martes por la mañana la portavoz de los bomberos, Delphine Vienco, quien añadió que el fuego era "todavía muy intenso".

"El incendio es muy grande, es una lucha muy difícil", dijo Vienco, citando "las condiciones adversas, con fuertes vientos y altas temperaturas".