Emmanuel Macron acusó este miércoles a su contrincante en las elecciones presidenciales, Marine Le Pen, de depender de Vladímir Putin y de un banco ruso que en 2015 concedió un préstamo a su partido que todavía no ha sido reembolsado por Agrupación Nacional (RN).

"Usted fue una de las primeras responsables políticas en reconocer el resultado del referéndum de Crimea. ¿Por qué lo hizo? Porque depende del poder ruso y de Putin", dijo Macron en el debate televisivo de hoy, días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, este domingo.

El presidente saliente recriminó a Le Pen que su partido votara en el Parlamento Europeo en contra de la acogida de refugiados ucranianos y de la ayuda financiera a Ucrania tras la invasión rusa, medidas contra la que votaron los eurodiputados de RN.

El debate fue tenso y ambos rivales hablaron de economía, de Europa, de Rusia y de inmigración. Macron, a la izquierda del plató y superior en el debate, aguantó los envites de Marine Le Pen, a la derecha en el escenario y la primera en tomar la palabra. El presidente francés ha hecho caer a la aspirante en sus propias contradicciones, presumiendo incluso de haber tomado medidas difíciles, como el gasto derivado de la pandemia.

Según una encuesta realizada por BFMTV, el 59% de los encuestados cree que los argumentos del candidato a la reelección han sido mejores, frente al 39% que vota por Le Pen.

Macron ha acusado a Le Pen de financiar su partido con dinero ruso y de querer salir de la UE. «Yo no voy a Rusia a pedir préstamos», criticó el candidato centrista, en referencia al préstamo que un banco ruso concedió a Reagrupamiento Nacional. «Somos un partido pobre pero eso no es algo deshonroso», se defendió Le Pen, que se ha mostrado en contra de las sanciones europeas al gas y el petróleo de Moscú porque, dice, perjudican a los franceses.

DOS ESTILOS

Tras una campaña electoral atípica, los candidatos hablaron de verdad de sus programas, de sus propuestas para el país y confrontaron sus distintas visiones de Francia y de Europa, pero también sus distintos estilos: Macron intentó parecer menos altivo y arrogante, que es lo que más le aleja de los votantes, mientras que ella intentó suavizar sus posturas extremas.

La pérdida del poder adquisitivo fue el primer tema de debate. Es, de hecho, la primera preocupación para los franceses, según un estudio de Ipsos/Sopra Steria publicado hace dos días, Macron está mejor preparado para temas económicos, pero ella da más garantías para asuntos como las pensiones o el poder adquisitivo, el bolsillo, en definitiva.

«El poder adquisitivo será la prioridad de mi mandato», ha dicho Le Pen, que ha centrado parte de su campaña electoral en defender esa mejora económica para los franceses, sobre todo las clases populares, bajando impuestos.

Macron, por su parte, defiende que el dinero no sale de debajo de las piedras y que el sistema del bienestar hay que financiarlo. Planea, por ello, retrasar la edad de la jubilación a los 65 años, en lugar de los 62 actuales, una de sus medidas más polémicas y que en los últimos días ha tenido que suavizar. Ella quiere mantener el esquema actual o incluso rebajarla a los 60, y quiere quitar el IVA a los productos de primera necesidad.

CRISIS

Mientras ella se apoyaba en propuestas, el candidato a la reelección tuvo más fácil defender el balance de un mandato a prueba de crisis (chalecos amarillos, pandemia y guerra en Ucrania). Macron ya desarmó a Le Pen en el debate previo a las elecciones de 2017, pero esta vez ella se lo había trabajado a conciencia, incluso se había despejado horas la agenda de cualquier acto en las previas para poder consagrarse a la preparación. «La política es el arte de elegir. Seré la presidenta de la protección colectiva, de la libertad, de la seguridad, la presidenta del poder adquisitivo», reclamó la candidata.

Ayer Le Pen estaba obligada a atacar, al partir con desventaja en los sondeos, y al presidente le bastaba con defenderse bien, pero un mal debate le penalizaría y podría rebajar más el ajustado margen que tiene de cara al domingo, mayor que el de hace cinco años. El último sondeo de Ipsos-Sopra Steria para France Info y Le Parisien-Aujourd'hui le da a Macron el 56,5% de los apoyos frente a los 43,5% de su rival.

Los mítines se juegan en casa, con público afín, pero un cara a cara ante millones de espectadores es una cita más hostil para ambos, y más determinante, porque el objetivo era captar el voto de los franceses que no los habían apoyado en la primera vuelta, sobre todo los de Jean-Luc Mélechon, que sacó un 20% de votos.

Estos apoyos son los más disputados en estas elecciones y en estas dos semanas entre las votaciones ambos han intentado arrimarse a este electorado. Emmanuel Macron ha hecho un guiño a los ecologistas y ha intentado dar una imagen más suave y menos altiva. Le Pen, por su parte, ha dado algunos bandazos, sobre todo en lo que concierne a su acercamiento a Vladimir Putin.

RUSIA

«Rusia ha elegido una vía que es funesta», insistió Emmanuel Macron, que apostó por «una Europa y una Francia fuerte». «Hay que hacer de Francia y Europa una fuerza de equilibrio. Su proyecto , aunque no lo diga, consiste en salir de la UE», criticó el centrista a la candidata de ultraderecha.

Le Pen se defendió de las críticas sobre su sensibilidad cercana a Putin, apoyó también las sanciones a Rusia, salvo el bloqueo al petróleo ruso, al considerar que perjudica al pueblo francés. «Es el único límite que he expresado», dijo la candidata, que teme que «China se acerque a Rusia». Incluso sacó un papel para justificar que su partido apoya «una Ucrania libre».

«Lo que no quiero es que haya un acercamiento a China, que se conviertan en aliados. Gobernar es prever los peligros del futuro. Temo que ambos países se conviertan en una potencia militar, económica y que puedan ser un peligro mayor para Francia y Europa», señaló Le Pen.

EUROPA

Otro de los momentos tensos fue cuando se abordó el tema de la inmigración, Le Pen defendió la prohibición del velo islámico y Macron la acusó de querer provocar "una guerra civil" con esta propuesta.

Ante la pregunta de si Francia quiere seguir con Alemania como eje europeo, Emmanuel Macron dijo que cree «en Europa y en el eje francoalemán». Le Pen insistió en su idea de reformar «profundamente» la UE para convertirla en una alianza de naciones. Acusó a la Comisión Europa de inmiscuirse en las decisiones nacionales de sus miembros y de «la multiplicación de tratados de libre cambio internacionales».

Ella dijo que hay una «soberanía francesa que no se puede sustituir por la europea». «Usted no tiene la imagen de una Francia global», dijo Le Pen. Macron respondió: «Para lo grande que ve usted a Francia lo que quiere es encerrarla en sus propias fronteras». Con el debate queda por saber a cuántos indecisos habrán convencido de los candidatos. El domingo, la respuesta.

Conforme a los criterios de