En medio de la conmoción por los dos trágicos asesinatos de guardias civiles en Barbate (Cádiz), el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha salido a la palestra para reafirmar su compromiso y descartar cualquier consideración sobre su dimisión. El suceso, que ha dejado consternada a la comunidad, ha generado un intenso debate sobre la seguridad y los recursos disponibles en la zona.

En declaraciones a la prensa, Grande-Marlaska expresó su consternación por los "hechos gravísimos y dramáticos", pero subrayó que no contempla dimitir. A pesar de las críticas de asociaciones de la Guardia Civil y sindicatos de la Policía Nacional, que señalan la falta de medios y efectivos, el ministro defendió los esfuerzos realizados durante los últimos cinco años en inversiones y mejoras tanto materiales como de personal.

El titular de Interior destacó la detención de ocho presuntos implicados en los crímenes y aseguró que los asesinatos "en modo alguno van a quedar impunes". En un acto oficial para entregar medallas a la Protección Civil, el ministro guardó un minuto de silencio y lideró un largo aplauso en homenaje a los agentes fallecidos, quienes perdieron la vida tras ser embestidos por una narcolancha en el puerto de Barbate.

Grande-Marlaska reafirmó el compromiso del Gobierno en la lucha contra el narcotráfico, asegurando que seguirá siendo una prioridad invertir todo lo necesario para mejorar la eficacia en la lucha contra la criminalidad del narco. Cabe destacar que el mismo día de los trágicos sucesos, el ministro presentó en Cádiz la cuarta edición del Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, abarcando seis provincias andaluzas.