La designación de Camilo Villarino Marzo como jefe de la Casa del Rey en sustitución de Jaime Alfonsín Alonso marca un antes y un después en Zarzuela. No en vano, Alfonsín ha estado casi treinta años al servicio de Felipe VI, primero como Jefe de Su Secretaría (1995-2014), cuando era Príncipe de Asturias, y luego como Jefe de Su Casa (2014-2024) tras su proclamación ante las Cortes Generales. La llegada de Villarino ha causado sorpresa en los círculos diplomáticos y entre quienes han servido en Zarzuela en el último medio siglo. Aunque inesperada, se produce de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 65.2 de la Constitución, que establece que el Monarca "nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa".

Villarino, hasta el momento director de Gabinete del Alto Representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad, Josep Borrell, llega a este cargo en un momento especialmente delicado para el Rey, que enfrenta un feroz acoso desde el separatismo y otros socios del Gobierno de Pedro Sánchez. Podemos, en particular, mantiene ataques cada vez más radicales, sosteniendo que la Monarquía es incompatible con la democracia.

La sorpresa en su nombramiento se debe en parte a su destino anterior, ya que estaba destinado a ser embajador en Moscú. Sin embargo, en agosto de 2021, un juez le citó a declarar en calidad de investigado por el caso Ghali. Este caso involucra la entrada en España, a través de la Base Aérea de Zaragoza, del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en un avión medicalizado. Cuando estos hechos ocurrieron, Villarino era el jefe de gabinete de la exministra de Exteriores Arancha González Laya. Aunque Moscú había dado luz verde, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, decidió no seguir adelante con su nombramiento. Cuando, un año después, el caso se archivó y la imputación fue levantada, la embajada de Moscú ya era historia para Villarino. Fue entonces cuando aceptó la llamada de Josep Borrell para acompañarle en la política exterior de la UE.

Villarino, que es reservista y tiene una comprensión y respeto por las Fuerzas Armadas, accede al cargo en un momento crucial, con desafíos significativos para la monarquía española. Su dilatada trayectoria y experiencia internacional, así como su experiencia en el Ministerio de Asuntos Exteriores y su papel en la UE, lo posicionan como un candidato adecuado para liderar la Casa del Rey en este período complicado. Su toma de posesión está programada para febrero de 2024.