En un acto organizado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el recinto ferial de Madrid, IFEMA, llamó la atención la sorprendente proliferación de banderas españolas. Este inusual despliegue, que contrasta con anteriores eventos del PSOE, buscaba transmitir unidad en un clima tenso tras los acuerdos alcanzados con fuerzas separatistas.

A diferencia de eventos anteriores, donde predominaban las banderas del partido y elementos de campaña, este acto postinvestidura sorprendió con decenas de enseñas nacionales junto a los símbolos socialistas, de la Unión Europea y algunos representativos de la comunidad LGTB. La abrumadora asistencia, alimentada por autobuses provenientes de todas las regiones de España, fue un intento visible de proyectar cohesión en medio de tensiones surgidas de acuerdos con fuerzas separatistas.

Lo destacable radica en la ausencia de estas banderas en eventos anteriores del PSOE, incluido el cierre de campaña del 23-J en Madrid. En esa ocasión, solo se observaban elementos de campaña y el lema 'Adelante. Vota PSOE'. El giro en la narrativa del partido respecto a la amnistía, antes considerada inconstitucional, revela la necesidad de obtener votos tanto de socios independentistas como del partido de Carles Puigdemont.

La reciente inclusión de la ley de amnistía como parte de los acuerdos para la investidura ha generado rechazo entre jueces, abogados, partidos de oposición y la sociedad civil. La ciudadanía ha expresado su descontento a través de manifestaciones en diversas regiones, defendiendo la igualdad, la unidad nacional y la democracia, y criticando los pactos con el separatismo.

En este contexto, el PSOE adopta una táctica de orgullo patriótico, distribuyendo banderas nacionales en el acto tras la investidura de Sánchez, marcando un cambio evidente en la visualidad de sus mítines.