En un evento que congregó a una nutrida asistencia de más de 2.000 afiliados, según la estimación proporcionada por Vox, o 2.200 según datos propios, Santiago Abascal fue solemnemente reelegido como presidente de Vox durante la celebración de la Asamblea General Extraordinaria. Este acto, que tuvo lugar tras la mencionada asamblea, marcó la cuarta vez consecutiva que Abascal asume el liderazgo del partido desde su fundación en 2014, extendiendo su mandato hasta 2028.

La ceremonia contó con la presencia y participación de destacados miembros del nuevo Comité Ejecutivo de Vox, quienes respaldaron con firmeza y apoyo entusiasta la continuación de Abascal al frente de la formación. Entre los destacados oradores figuraron la diputada María Ruiz, la portavoz parlamentaria Pepa Millán, y los vicepresidentes autonómicos Alejandro Nolasco, Vicente Barrera, José Ángel Antelo, y Juan García-Gallardo. También se destacó la intervención de Ignacio Garriga, secretario general y ahora vicepresidente único de Vox.

Uno de los momentos destacados del evento fue la participación telemática de dos importantes aliados internacionales de Abascal: la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y el recién nombrado presidente de Argentina, Javier Milei. Ambos expresaron sus felicitaciones a Abascal por su reelección y le instaron a continuar con la lucha compartida, destacando el éxito actual de los partidos afiliados en Europa y América.

Abascal, al hacer su entrada al escenario del auditorio del Hotel Mariott Madrid Auditorium, fue recibido con efusivos gritos de "¡Presidente!" y aplausos de los miles de afiliados presentes, portando banderas de España y del partido. En su discurso, Abascal abordó diversos temas fundamentales que contextualizan la visión y dirección futura de Vox.

El líder de Vox resaltó el papel crucial de la formación en el panorama político actual y rechazó las críticas y ataques que, según él, buscan desalentar a los afiliados y votantes. Abascal defendió la unidad nacional, la protección de las fronteras, la defensa del campo, y la libertad de elección en la educación, entre otras ideas que, afirmó, solo Vox abandera.

Además, Abascal se refirió a la estrategia mediática que, en su opinión, busca socavar el ánimo de Vox. Desmintió las supuestas divisiones internas, la pérdida de afiliados, y las purgas, describiéndolas como invenciones de los medios de comunicación. "¿Dónde está la corriente interna? ¿Qué idea de estas que hemos defendido ha dejado de ser defendida por Vox? Son películas de ciencia ficción de los medios", puntualizó.

Un anuncio inesperado en el discurso de Abascal fue su intención de solicitar un referéndum consultivo sobre la reciente reforma del artículo 49 de la Constitución. A pesar de que Vox apoya el cambio de término propuesto, Abascal expresó su desacuerdo tanto con la forma como con el fondo de la reforma, buscando el respaldo de al menos dos diputados más para alcanzar el umbral de 35 necesarios para promover la iniciativa en el Congreso.

El líder de Vox abordó la coyuntura electoral, destacando los logros de la formación en distintas regiones y enfocándose en las elecciones del 18 de febrero. Abascal apeló a un "esfuerzo de convicción" para obtener representación en Galicia, así como subrayó la relevancia de las elecciones europeas, definiéndolas como un "momento histórico" para España y Europa, donde Vox busca salvar "la Europa verdadera".

En resumen, el acto de reelección de Santiago Abascal como presidente de Vox no solo consolidó su liderazgo, sino que también sentó las bases para la continuación de la formación en el ámbito político español y europeo. La reafirmación de principios, la respuesta a las críticas mediáticas, y los anuncios estratégicos delinean el camino a seguir para Vox en los próximos años.