Aunque el resultado sea lo de menos, comenzar ganando siempre es un punto a favor. De hecho, no puede ser de otra forma cuando delante hay un rival de otro mundo con menos días de rodaje. En ese sentido, el Racing cumplió marcándole cuatro goles al Guarnizo sin recibir ninguno. Su rival apenas se acercó  por sus inmediaciones, por lo que se pudo sentir atrás mientras fue recuperando sensaciones con el balón en los pies. El juego fue a rachas, de vez en cuando se trenzaron buenos ataques y en algunos instantes incluso se gustó el equipo de la capital. Sobre todo lo hizo superada la media hora de encuentro, cuando se iniciaron una serie de minutos en los que el Racing marcó tres tantos que dejaron el compromiso encarrilado antes de ir a descansar.

Como es habitual en este tipo de partidos, nadie jugó más de 45 minutos. No están las piernas para exigirse demasiado. Hubo dos Racing y el primero que salió esta pretemporada a defender los intereses verdiblancos estuvo formado por Ezkieta bajo palos, Dani Fernández, Pol Moreno, Juan y Álvaro Martín en defensa; Juergen, Iñigo y Borja Domínguez en el centro del campo; Dalisson en una banda, Marco Camus en otra y Cedric arriba. Les costó arrancar y comenzar a diseñar jugadas, pero una vez que encontraron el pasillo, le sacaron máximo partido. Había explicado el día anterior Xavi Arnedo, su preparador físico, que le estaba sorprendiendo la intensidad con la que estaban actuando los futbolistas verdiblancos y lo cierto es que ayer salieron con ánimo reivindicativo. Es lo que toca en estas semanas.

El marcador lo inauguró Dalisson. Suyo fue el primer gol del Racing del curso futbolístico 22-23. Es un extremo reclutado del filial del Valladolid que tendrá ficha del filial pero que, de partida, está entrenando con el primer equipo. Él quiere gustar, que se note que está ahí para lo que precise el entrenador, y su carta de presentación fue buena. A los 27 minutos, controló un balón en la frontal del área al que pegó un duro zurdazo cruzado que entró para dentro bien pegado al poste izquierdo del guardameta.

Se abrió ahí la veda porque, sólo siete minutos después, el Racing disfrutó de un penalti que ejecutó Marco Camus. Fue una imagen novedosa y lo cierto es que su estreno no fue bueno, ya que el balón se marchó alto. Con todo, el santanderino se resarció sólo dos minutos después, cuando emprendió una aventura individual con la que dejó atrás a tres rivales, incluyendo al guardameta, para marcar con un lanzamiento cruzado cuando había dejado el césped lleno de cadáveres.

Fue éste el segundo gol mientras que el tercero no se hizo esperar. Apenas sacó el Guarnizo de centro, el Racing volvió a acercarse a su área para que, entre Juergen y Cedric, que ya había estampado un balón al palo a los diez minutos, aumentaran la renta. Es importante que los delanteros marquen en pretemporada para que vayan adquiriendo confianza y el ‘nueve’ verdiblanco ya ha anotado el primero. Lo hizo solventando bien el mano a mano con el guardameta, a quien dejó en el suelo. El pasado año se mostró especialmente inspirado en verano y ahora parece que quiere repetir. A su entrenador le parece estupendo.

En la segunda mitad cambiaron los protagonistas. Parera se puso en portería, Jorrín, Rubén Alves, Bobadilla y Medina en defensa; Izan se colocó en una banda, Arturo en otra, Fausto Tienza y Aldasoro en la sala de máquinas, Alfon ejerció de enlace y Peque se situó como hombre más adelantado. El atacante cedido por el Celta fue quien estuvo más cerca de abrir la cuenta parcial del segundo periodo pero, finalmente, fue Aldasoro quien lo hizo a los 83 minutos. Fue un buen disparo del jugador guipuzcoano desde la frontal lo que dibujó el 0-4 en el marcador ante un Guarnizo que, por encima de todo, quería celebrar de la mejor manera su centenario.