Las agrupaciones de carrocistas de la Batalla de Flores de Laredo regresan ilusionadas, como una "gran familia unida", para colorear las alegorías que desfilarán el último viernes de agosto tras dos ediciones en blanco por culpa de la pandemia.

"Desde hace días ya notamos ese cosquilleo en el estómago de nerviosismo por si no llegamos a tiempo", admite a Efe el representante de la peña 'Come Golayu que lo ha hecho Güela', Ángel Gutiérrez.

Se trata de una asociación compuesta por 140 voluntarios, que en la víspera del concurso colocarán contrarreloj, pero minuciosamente, unas 200.000 flores y pétalos sobre las majestuosas carrozas, de hasta 8,5 metros de largo y 7 de alto, que mostrarán por las calles de la villa cántabra en esta Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Para Ángel, el grupo humano es el "alma" de esta celebración, porque se vuelca "por amor al arte y sin recibir dinero ni nada a cambio". Sin ellos sería imposible culminar una hazaña que se remonta meses atrás con el boceto, la maquetación y, en estos momentos, el montaje y la composición de las figuras.

'Come Golayu', que ha ganado siete de las doce ediciones en las que ha participado en la Batalla de Flores, apostará este año de regreso por la alegoría "Gravity", un enorme astronauta flotando en el espacio que ya iba a visitar las calles de Laredo en 2020 pero que, finalmente, tuvo que posponer su aterrizaje dadas las restricciones sanitarias.

Pese a guardar el rigor y la tradición de esta celebración popular que se remonta a 1908, la agrupación siempre ha intentado implementar avances tecnológicos en las carrozas, dotando de movimiento a las figuras y efectos especiales con luces, sonido y humo.

"No vamos a defraudar con una novedad que nunca antes se ha visto en Laredo, y si sale bien, va a ser espectacular", cree Ángel sin ofrecer más detalles de la sorpresa que les espera a los miles de fieles y curiosos que se congregan en un torno a un espectáculo con, cada vez más, proyección internacional.

También participarán con una segunda alegoría titulada "Escuela de Magia", que estará dedicada a los niños con Harry Potter como protagonista.

Para vestir y decorar las once carrozas que, en total, recorrerán Laredo en la 111 edición de la Batalla de Flores, se necesitarán miles de clavelones, dalias o margaritas que serán clavadas o pegadas pacientemente durante la última semana con el fin de conservar su viveza y frescura.

Además, la textura y variedad cromática que ofrecen las flores permite, según detalla Ángel, jugar con distintas tonalidades para conseguir llamativos degradados al coexistir, por ejemplo, "hasta 6 tipos de rojo".

Si bien gran parte del género se importa desde los Países Bajos, donde también se celebra la reconocida puesta en escena Bloemencorso Bollenstreek, son las propias huertas de Laredo las que proporcionan los ingredientes necesarios para crear estos auténticos monumentos de arte natural.

No obstante, los carrocistas reconocen que el alza de los precios también les está repercutiendo en el encarecimiento de las materias primas. "En un 35 % más respecto a la última de 2019", ha especificado Ángel.

"No solo hablamos, por ejemplo, de los bulbos de la dalias, sino también de otro elementos que ayudan a confeccionar la carrozas, como son los hierros de las estructuras o el corcho blanco que las envuelve", ha matizado.

Por ello, Ángel teme que estas circunstancias, sumado al "justo" rédito económico que se obtiene de los premios del concurso y una desconexión progresiva de voluntarios, puedan empañar la próxima edición de 2023.