Según publica El Mundo, Saray iba el viernes al colegio acompañada de su padre, José Manuel Muñoz, y su abuelo. Era otro día normal para la menor de cinco años que reside en Tavernes Blanques, una pequeña localidad cercana a Valencia. Cuando estaba a punto de atravesar la puerta del parvulario, dos hombres se bajaron de un Renault Scenic Blanco y se llevaron por la fuerza a la menor.

Tanto el padre como el abuelo los conocían y, minutos después, así lo acreditaron en su denuncia ante la Guardia Civil. Los identificaron como familiares de la madre de la niña, con quien el padre mantiene un conflicto por la custodia desde que se separaron en 2020.

La denuncia de la desaparición llegó aparejada de la distribución del cartel con la fotografía de la niña y su descripción: 1,10 cm, delgada y con ojos y pelo castaños. El padre aseguró que les arrebataron a la niña por la fuerza tras agredirles.

Las pesquisas ahora se centran en el entorno de la madre. La Guardia Civil trata de localizarla y el temor de la familia paterna es que Saray esté en Francia, concretamente en Nimes, donde reside toda la familia materna y a donde la madre, a quien le fue otorgada la custodia en el proceso de separación, se trasladó. según desvela Levante-EMV. El padre recurrió judicialmente esa decisión y obtuvo una resolución por la que Saray no podía salir de España hasta que quedara claro el régimen de visitas.