El filme japonés "Godzilla Minus One" ha dejado una huella imborrable en la historia del cine alzándose con el premio Oscar a Mejores efectos especiales. Esta hazaña no solo marca un hito para la franquicia, sino que también resalta la creatividad y destreza de un equipo de tan solo 35 personas que lograron llevar a cabo esta proeza en un tiempo récord de ocho meses.

La película, ambientada en el Japón de la posguerra, narra los orígenes del icónico kaiju mientras amenaza las ciudades costeras con su inmensidad y destrucción. A pesar de contar con un presupuesto limitado de 15 millones de dólares, el equipo de producción se enfrentó al desafío con ingenio y determinación.

Uno de los aspectos más destacados fue la reutilización de recursos, como la cubierta de los buques de guerra, que se utilizó de manera ingeniosa en varias escenas cambiando elementos aquí y allá. Además, el director y guionista de la película, Takashi Yamazaki, desempeñó un papel crucial al supervisar los efectos visuales, lo que permitió agilizar el proceso y reducir los tiempos de producción.

La simulación del oleaje se logró mediante movimientos de cámara y actuaciones ensayadas por los intérpretes, mientras que la caída de edificios y buques frente al paso de Godzilla se realizó elevando plataformas con cables. Incluso los movimientos de un avión fueron recreados manualmente por el equipo.

A pesar de competir con producciones visualmente deslumbrantes, "Godzilla Minus One" se destacó por su realización encomiable y su capacidad para hacer mucho con recursos limitados. Este premio no solo reconoce la calidad de los efectos especiales, sino también el talento y la creatividad de un equipo dedicado que logró superar todas las expectativas.