Los organismos reguladores australianos han aprobado una sencilla combinación de medicamentos como cura eficaz para una forma de malaria en niños de 2 a 16 años, lo que abre la puerta a la aprobación en otros países y anuncia una nueva arma en la batalla contra una enfermedad mortal.

La malaria es una de las enfermedades infecciosas más mortíferas. En 2019, se produjeron 229 millones de nuevas infecciones y 558.000 muertes; las cifras aumentaron durante la pandemia de Covid-19, hasta llegar a 627.000 muertes en 2020.

La mayoría de estas muertes se producen en el África subsahariana, hogar de una forma del parásito de la malaria llamada Plasmodium falciparum. La mayoría de las muertes se producen en niños menores de 5 años. En octubre, la OMS aprobó la primera vacuna contra la malaria, también fabricada por GlaxoSmithKline, contra el P. falciparum.

En julio de 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó 300 miligramos de tafenoquina para la cura radical del paludismo por P. vivax en adultos y adolescentes mayores de 16 años. Los reguladores de medicamentos en Australia, Brasil, Tailandia y Perú siguieron su ejemplo con aprobaciones similares.

La nueva formulación para niños se administra en un solo comprimido pequeño de 50 miligramos disperso en agua, que es mucho más fácil de tomar para los niños que el actual tratamiento de siete o 14 días de píldoras desarrollado para los adultos, y por lo tanto es mucho más probable que se utilice.

"Hoy tenemos una herramienta para poner fin a la implacable recaída tanto en adultos como en niños: estamos un paso más cerca de derrotar a esta enfermedad", dijo en un comunicado David Reddy, director ejecutivo de Medicines for Malaria Venture.

Los fármacos para el P. falciparum pueden evaluarse rápidamente, pero como el P. vivax causa malaria recurrente, los ensayos requieren un seguimiento mucho más largo. "Lo que realmente se está probando con tratamientos contra el vivax como éste es que dentro de seis meses no se va a producir una recaída", dijo el Sr. Jagoe.

Los investigadores evaluaron diferentes dosis del fármaco, en función del peso, en niños de 2 a 15 años que pesaban al menos 22 libras. Los investigadores reclutaron a 60 niños con paludismo por P. vivax en tres centros de Vietnam y uno de Colombia.

Todos los niños recibieron una dosis única de tafenoquina y un ciclo de cloroquina administrado según las directrices locales o nacionales para el tratamiento de la infección en fase sanguínea activa.
Alrededor del 62% de los niños declararon tener algún efecto secundario, un porcentaje similar al observado en adultos y adolescentes, informaron los investigadores. Ninguno de los efectos secundarios fue grave, aunque el tratamiento provocó vómitos en uno de cada cinco niños.

A los cuatro meses, la eficacia del tratamiento para prevenir la recurrencia era del 95%, similar a la eficacia en adultos y adolescentes mayores.