El Balneario de las Salinas en Medina del Campo, que permanecía cerrado por obras desde hace seis meses, ha experimentado una inesperada metamorfosis al convertirse en el alojamiento de más de cien inmigrantes procedentes de países subsaharianos.

Esta repentina transformación, vinculada a la actual crisis migratoria en las Islas Canarias, ha sido posible gracias a la intervención del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez y varias ONG que han establecido acuerdos con establecimientos hosteleros en la península para acoger a quienes buscan iniciar una nueva vida en Europa.

La noticia ha sorprendido a la localidad, ya que ni el Gobierno central ni la ONG responsable se han puesto en contacto con las autoridades municipales para informar sobre la reapertura del Balneario de las Salinas y su nueva función como albergue para inmigrantes. La falta de transparencia y coordinación ha generado preocupación en Medina del Campo, que siempre ha mostrado su disposición a colaborar en situaciones complicadas, como lo evidencia el albergue juvenil que anteriormente acogió a refugiados ucranianos.

A pesar de esta histórica colaboración, la ausencia de información previa y la súbita transformación del emblemático balneario han sembrado inquietudes en la comunidad local.

Balneario de Medina del Campo

El Balneario de las Salinas está situado en la localidad de Medina del Campo, a tan solo hora y media de la capital de España y a media hora de Valladolid. Es uno de los Balnearios más importantes en el territorio nacional, fundamentalmente por disponer de las terceras mejores aguas madres de Europa.

Un lugar idílico para hacer turismo enológico y de relax donde podrán disfrutar de más de 5.000 m2 de instalaciones y 80.000 m2 de jardines, inmersos en un «mar de pinares».