18.04.2024 |
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TRIBUNALES TIROTEO

"No tengo ningún enemigo, el único mal me lo he hecho a mí por drogarme"

El acusado Luciano Simón, dice que actuó así después de un "despertar malo" tras dos días consumiendo drogas y alcohol y ha asegurado que cuando disparó no quería causar heridas "a nadie"
El acusado Luciano Simón, el conocido "Rambo de Cantabria" ya que se atrincheró en su casa de Turieno durante horas y disparó a la Guardia Civil, testifica durante el juicio en su contra en los juzgados de Santander este martes y en el que la Fiscalía le pide trece años de cárcel.EFE/ Román G. Aguilera
El acusado Luciano Simón, el conocido "Rambo de Cantabria" ya que se atrincheró en su casa de Turieno durante horas y disparó a la Guardia Civil, testifica durante el juicio .EFE/ Román G. Aguilera
"No tengo ningún enemigo, el único mal me lo he hecho a mí por drogarme"
El hombre que se atrincheró hace dos años en su casa de Turieno (Camaleño) y que está acusado de herir a un guardia civil con una escopeta, ha alegado hoy, martes, que actuó así después de un "despertar malo" tras dos días consumiendo drogas y alcohol y ha asegurado que cuando disparó no quería causar heridas "a nadie".

Los guardias civiles que intervinieron en su detención han declarado en el primer día del juicio que se sigue en la Audiencia de Cantabria contra este hombre, que se enfrenta a 13 años de cárcel por diversos delitos, entre ellos el de intento de homicidio, que el acusado les disparaba en cuanto se movían y que estaban convencidos de que "solo quería llevarse a uno por delante".

En la vista, su hermana ha explicado que los hechos arrancaron en la tarde del 17 de julio de 2018 cuando junto a su otro hermano llamó al Servicio de Emergencias del 112 después de intentar despertar varias veces al acusado, que les aseguró que "había tomado pastillas", lo que derivó en una discusión en la que este hombre acabó golpeando un coche de la familia con una maza.

La mujer ha manifestado sentirse "enormemente culpable" de lo ocurrido y ha señalado que "solo quería salvar la vida de su hermano", que lleva ya dos años en prisión preventiva. "No me queda vida para pedirle perdón", ha lamentado.

Esa llamada provocó que una pareja de agentes de la Guardia Civil se desplazara al domicilio del acusado, al que volvieron a despertar y que les recibió con una navaja en la mano, al igual que ya había hecho con sus hermanos.

Los guardias civiles han relatado que decidieron salir de la vivienda, hasta que llegaron otros dos agentes, momento en el que el acusado ha indicado que se subió al desván de la vivienda desde donde comenzó a disparar su escopeta.

Horas más tarde se produjo un segundo tiroteo entre el acusado y el operativo dispuesto por la Guardia Civil para sacarle de su vivienda, en el que resultó herido en un pie uno de los agentes, tras el que este hombre ha reconocido que se volvió a quedar dormido después de tomar pastillas y fumar marihuana.

Los agentes de ese operativo han insistido en que mientras intentaban hacerle entrar en razón, solo recibieron insultos y amenazas de muerte, hasta el punto, según ha expuesto uno de ellos, de que el acusado disparó a un señuelo que habían hecho con una fregona, una cazuela y un sombrero, asimilando a una figura humana.

Sobre las cuatro o cinco de la madrugada, ha relatado que aprovechando el "tinglado" que había fuera de la vivienda, con "todo el mundo hablando y fumando", se escabulló por la ventana del desván hasta el tejado, desde donde bajo a la calle para ir a esconderse al bosque.

Después, según ha continuado su relato, decidió volver a su vivienda para ducharse y cambiarse de ropa antes de entregarse en el cuartel de la Guardia Civil de Potes, aunque el dispositivo de vigilancia desplegado alrededor de la casa le detuvo debajo de un coche donde se había escondido.

El acusado ha denunciado un trato "vejatorio" en su detención, en la que ha asegurado que le rompieron una costilla, aunque uno de los agentes que participó en el arresto ha asegurado que "colaboró en todo momento". "No hubo que hacer fuerza, solo el proceso de esposar a una persona que está bocabajo en el suelo", ha puntualizado el guardia civil.

"No tengo ningún enemigo, el único mal me lo he hecho a mí por drogarme", ha resumido el acusado, quien ha incidido en que lleva 40 años tomando todo tipo de drogas. "Yo ya fumaba porros con Franco", ha concluido.

En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía considera que el acusado debe indemnizar al agente herido, que ha tenido que abandonar sus funciones por las secuelas, con 21.000 euros, que según ha explicado la defensa ya se han consignado esta mañana después de formalizar la venta de una finca suya a su hermana por esa cantidad.

El juicio continuará hoy, miércoles, a las 9.30 horas en la sección primera de la Audiencia de Cantabria. 

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