06.05.2024 |
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MUNDO RURAL

«Los políticos son los que están vaciando el mundo rural»

Otro ataque de lobos en Treceño ensombrece un verano con decenas de ovejas muertas y otras tantas heridas en unas pocas semanas | «¿Por qué vale más la vida de los lobos que de mis ovejas?» se pregunta Manuel, un ganadero que ha visto mermado su rebaño en pocos meses, pasando de tener 52 ejemplares a tan solo 22. animales que ha criado, alimentado, cuidado y que ya no están
En la foto ‘Espinete’, uno de los ganaderos afectados por la inclusión del lobo en LESPRE, junto a su rebaño en la localidad de Treceño. / ALERTA
En la foto ‘Espinete’, uno de los ganaderos afectados por la inclusión del lobo en LESPRE, junto a su rebaño en la localidad de Treceño. / ALERTA
«Los políticos son los que están vaciando el mundo rural»

«Es un panorama terrible, no se lo deseo a nadie». Es la frase más dura que se podría oír a un ganadero, pero que desgraciadamente Manuel, ha tenido que pronunciar demasiadas veces ya. Este ganadero de la localidad de Treceño ha visto mermado su rebaño en unos pocos meses drásticamente, pasando de 52 ejemplares, a tan sólo 22. Animales que ha criado, alimentado, cuidado con mimo y protegido, y que ya no están. El pasado día 28 de julio los lobos le mataron 5 ovejas, el 2 de agosto le mataron otras dos, el 15 de agosto otras dos, el 21 de agosto otras dos y este pasado 31 de agosto otras dos ovejas.

Un total de 13 ovejas en tan sólo un mes. Nos cuenta Manuel que el penúltimo ataque, del que tenemos imágenes, ocurrieron la madrugada del lunes 21 de agosto. Una vecina le avisó de que los perros estaban «como locos» ladrando sin parar sobre las 02:00h o 03:00h de la madrugada. «Ellos se empeñan en que tenga las ovejas encerradas, pero claro las ovejas están en mi finca, el que entra en mi finca es el lobo. Las ovejas de la finca no se salen». Manuel no vive a diario en Treceño, sino que acude cada día a cuidar y mantener a sus animales. Él explica que lo que tiene es una explotación avícola y tiene las ovejas para limpiar el resto de la finca. Cuenta que cuando llegó a la zona, antes de dar de comer a sus gallinas, como hace habitualmente, fue a ver cómo se encontraban las ovejas, y se dio cuenta cuando le faltaban dos ejemplares. Eran dos que destacaban en el rebaño, por su color. Tras varios minutos buscándolas, las encontró alejadas a varios kilómetros de distancia. «Las mataron y las arrastraron, o sea que no es un lobo, ni dos, son más, porque un lobo o dos no comen lo que comieron. No quedaba nada».

Una de las dos ovejas del rebaño de
Manuel que se encontraban pastando en su finca y fueron matadas por los lobos la pasada madrugada del 21 de agosto en Treceño,
Valdáliga. / ALERTA
Una de las dos ovejas del rebaño de Manuel que se encontraban pastando en su finca y fueron matadas por los lobos la pasada madrugada del 21 de agosto en Treceño, Valdáliga. / ALERTA

COSTE ECONÓMICO

El coste económico que supone construir vallas electrificadas, adquirir más mastines y alimentar con piensos ecológicos a su rebaño es demasiado alto para este ganadero que tiene a las ovejas para consumo propio y mantenimiento de su finca. Manuel lamenta que la única solución que le dan es cerrar los animales dentro de cuadras o establos, pero considera que encerrar a los animales no es la solución, «cuesta mucho dinero». Explica que las ovejas comen por la mañana pronto y después por la tarde. Si hace mucho calor no comen, hasta más tarde. «Si los tenemos encerrados, ya no pastan y hay que darles de comer, la comida está carísima, estamos en verano, es época que los animales estén en la calle, y no pasen calor en las cuadras. Y siempre con lo mismo: tienes que cerrarlas, me dicen. Yo no tengo por qué cerrarlas, yo tengo mis animales en mi finca y es el lobo que entra».

Al coste económico se le une el valor sentimental, ya que Manuel considera a su rebaño como parte de su familia. «Yo soy muy necio. Estuve 25 años trabajando en una fábrica, y ahora me he vuelto al pueblo, de donde soy. Yo nací en Treceño. Y en su día decidí volver para poner una granja avícola, poner un rebaño de ovejas, unos burros, vivir de esto, de lo que me gusta, yo estoy aquí a gusto, y encontrarse con este panorama cuando llegas a ver a tus animales por la mañana, es algo que no se lo deseo a nadie. Es algo terrible». Manuel, nos cuenta que, considera a sus animales parte de su familiar. «Las ovejas las tengo por vicio, no gano dinero con ellas». Está claro que, yo como corderos, de mis corderos, que se han criado en mi finca y que solo se han alimentado con leche, siendo un proceso totalmente.

No entiendo, porque si esto es una pista agropecuaria por qué tienen que venir a pasear por aquí. Así que si te arriesgas a que estén los perros de pastoreo pues tengo denuncias, entonces mi perro tiene que estar amarrado. «¿Y cómo protege el mastín a las ovejas del lobo si está atado? Yo ya he tenido varias denuncias por eso mismo. Y ver a gente que vienen con sus perros y les hace gracia ver correr a sus perros detrás de las ovejas.

Y yo decirles oye que eso no es un juguete, y contestarme, -que no les hace nada-. ¿Cómo que no les hacen nada? Las asustan y estresan, y eso les afecta física y psicológicamente y luego se traduce en menos leche o peor carne». A la pregunta de ¿por qué la sociedad diferencia al animal doméstico de los demás? Manuel no sabe contestar. «No lo sé», dice Manuel. «Lo que sé es que mis perros aquí vienen, trabajan y comen. De esta manera, no trabajan, pero siguen comiendo.

Y mantener un mastín no es lo mismo que mantener a un yorkshire. Y después pides ayudas y te dicen que es que no tienes suficientes cabezas». «Pero cómo voy a tener suficientes cabezas para tener más mastines, y que me déis una ayuda, si me estáis dejando que me los mate el lobo. Y cómo voy a tener más cabezas si no me dejáis tener otro mastín para meter con las ovejas grandes y otro con las corderas. Uno no se lo puede permitir». Y así se encuentra Manuel, como otros ganaderos de la zona, con la impotencia de no tener ayudas suficientes o eficaces con las que pueda mantener a su rebaño y combatir al lobo. 

Restos de oveja comida por el depredador.
Restos de oveja comida por el depredador.

El Gobierno amenaza con no pagar compensaciones 

Manuel y otros ganaderos cuentan que en alguna ocasión han sido culpados por lo que les ocurre, por no guardar las ovejas en cuadras por las noches. «O las encierras por la noche en cuadras, o no se pagarán las compensaciones por la pérdida de ejemplares». Es lo que algunos guardas forestales, ganaderos y vecinos avisan y temen que pueda suceder, ya que unos responsabilizan a los ganaderos de las muertes de sus ovejas por tenerlas de noche sueltas en sus propias fincas.Otros, las guardan y aún así de madrugada cuando las sueltan para pastar, ven impotentes como se las matan. Cuando le preguntamos sobre las compensaciones que ha podido percibir por las pérdidas de ovejas Manuel nos cuenta que hacía un año que no tenía problemas con el lobo pero que en las anteriores matanzas, las ayudas llegaron tarde y no fueron suficientes. «En la primera tardaron en pagarme un año, y tras la segunda más de 6 meses. Oyes hablar a los políticos en la tele, se llenan la boca de que en 90 días está todo solucionado, pero es todo mentira».

Cabeza de oveja matada por lobo.
Cabeza de oveja matada por lobo.

Leyes ineficaces y ayudas económicas insuficientes

A pesar de que en enero de 2023 el gobierno regional incrementó las indemnizaciones por daños de fauna silvestre y actualizó la zonificación del Plan del Lobo, Manuel considera que «no son suficientes», o más bien que «no resuelven el problema de raíz». En la nueva norma se incluye la pérdida de perros mastines por ataques de lobo; y se ha actualizado la zonificación del Plan de Gestión del Lobo, en la que se suman 9 municipios a la zona 1 que pasan a beneficiarse de las ayudas ambientales. Se trataría de Herrerías, Valdáliga, Cabezón de la Sal, Mazcuerras, Los Corrales de Buelna, San Felices de Buelna, Miera, Arredondo y Ruesga. «Yo no estoy en contra del lobo, para nada. Y mira que yo tenía 52 animales y me quedan 22. No estoy en contra del lobo, estoy en contra de la persona que no deja que se controle al lobo». Denuncia que si no se controla al lobo, llegará un momento que ya no queden ovejas, «tendremos lobos pero no ovejas». ¿Qué vamos a comer el día de mañana? «Muchos me dicen, bueno y cuando ya no te queden ovejas, qué vas a poner? Y digo yo, pues lobos. Igual me dan hasta una subvención».

Valor sentimental que no se paga con dinero

Entre las voces que consideran primar la repoblación del lobo a la supervivencia de la oveja en el mundo rural están los que dicen: «Bueno da igual, tienen muchas, pero, ¿por qué vale más la vida de un lobo que de una oveja?», lamenta Manuel. Según datos de la Consejería, desde 2019 se han tramitado 5.215 expedientes de daño de ganado, de los que 4.580 han sido de lobo, 517 de buitre y 118 de oso. En cuanto al lobo, 8.166 reses se han visto afectados por ataque de lobo entre 2018 y 2022.Un número de incalculable valor sentimental para sus dueños que depositan en la crianza de sus rebaños mucho esfuerzo, sudor y en los últimos años demasiadas lágrimas, sin que los responsables políticos les escuchen y tomen medidas para que no desaparezca el mundo rural.

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