24.04.2024 |
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ALERTA El Diario de Cantabria

Más de 5.300 transportistas cántabros llamados a la huelga

Con esta convocatoria de huelga, el transporte quiere presionar al Gobierno ante lo que considera un «abandono al sector»

Varios camiones a la salida del barco de la compañia francesa Brittany Ferries a su llegada al puerto de Santander. / ALERTA
Varios camiones a la salida del barco de la compañia francesa Brittany Ferries a su llegada al puerto de Santander. / ALERTA
Más de 5.300 transportistas cántabros llamados a la huelga

Más de 5.300 trabajadores del transporte en Cantabria están convocados a parar su actividad los días 20, 21 y 22 de diciembre para denunciar «las malas condiciones» de los camioneros y el aumento de costes, si finalmente no se llega a un acuerdo entre el sector y el Gobierno de España.

En declaraciones, el secretario general de la Agrupación Empresarial de Transporte de Cantabria (Aetrac), Gerardo Pontón, explica que, de momento, no hay ninguna medida adicional que se vaya a adoptar sólo en la comunidad, por lo que se sumarán a los paros convocados a nivel nacional.

En Cantabria se estima que hay unos 4.700 conductores de vehículos pesados y 650 de vehículos ligeros.

Los transportistas, que desean mejores condiciones de trabajo y la adopción de medidas ante el aumento de los costes, sólo ven como solución a los paros que el Ejecutivo central les convenza del avance «de forma satisfactoria» en los puntos en los que llevan planteando desde hace años.

Las reivindicaciones se resumen en diez puntos que pasan por la oposición a que los conductores realicen labores de carga y descarga, poner fin a las largas esperas en factorías o medidas ante los costes del gasóleo.

HACE UN AÑO

Casi 200 personas, de ellas unos 108 camioneros de los que estaban atrapados en el Reino Unido,  a Santander procedentes de Inglaterra en el último ferry antes de la Navidad, se convirtió en realidad lo era para muchos de ellos un anhelo: poder pasar las fiestas con sus familias en España.

El barco de la compañía francesa Brittany Ferries llegó el día 23 de diciembre del 2020, al puerto de la capital cántabra procedente de la localidad inglesa de Portsmouth con 108 camioneros, la mayoría de ellos españoles, estaban bloqueados por el cierre de las fronteras con el Reino Unido por la nueva cepa del coronavirus. Hoy es otra realidad la que les atañe a los que siempre están ahí para llevar el suministro a cada empresa o cada familia. Con esta convocatoria de huelga, el transporte quiere presionar al Gobierno ante lo que considera un continuo «abandono al sector». A las peticiones trasladadas hace unos meses al Ejecutivo, como la revisión de la implantación de los peajes, la mejora de las áreas de descanso para los camioneros o la aplicación de la claúsula de revisión del coste de combustible, se ha añadido en los últimos meses el malestar en el sector por las continuas tensiones entre empresas y clientes, por el recorte de las remuneraciones y los retrasos en los pagos. Además de la asfixiante falta de trabajadores que lleva sufriendo el transporte en los últimos años y que se ha visto agravada con la pandemia.

Casi 200 personas, de ellas unos 108 camioneros de los que estaban atrapados en el Reino Unido,  a Santander procedentes de Inglaterra en el último ferry antes de la Navidad, se convirtió en realidad lo era para muchos de ellos un anhelo: poder pasar las fiestas con sus familias en España.

El barco de la compañía francesa Brittany Ferries llegó el día 23 de diciembre del 2020, al puerto de la capital cántabra procedente de la localidad inglesa de Portsmouth con 108 camioneros, la mayoría de ellos españoles, estaban bloqueados por el cierre de las fronteras con el Reino Unido por la nueva cepa del coronavirus. Hoy es otra realidad la que les atañe a los que siempre están ahí para llevar el suministro a cada empresa o cada familia. Con esta convocatoria de huelga, el transporte quiere presionar al Gobierno ante lo que considera un continuo «abandono al sector». A las peticiones trasladadas hace unos meses al Ejecutivo, como la revisión de la implantación de los peajes, la mejora de las áreas de descanso para los camioneros o la aplicación de la claúsula de revisión del coste de combustible, se ha añadido en los últimos meses el malestar en el sector por las continuas tensiones entre empresas y clientes, por el recorte de las remuneraciones y los retrasos en los pagos. Además de la asfixiante falta de trabajadores que lleva sufriendo el transporte en los últimos años y que se ha visto agravada con la pandemia.

Más de 5.300 transportistas cántabros llamados a la huelga
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