La Consejería de Sanidad de Cantabria publicó ayer una resolución que fija la limitación de movilidad (toque de queda) entre la 1.00 y las 6.00 horas en 53 de los 102 municipios cántabros, entre ellos los más grandes, aunque esa medida tendrá que ser autorizada por los órganos judiciales.

El titular de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha anunciado, en rueda de prensa, que el Gobierno de Cantabria pide dicha la autorización judicial para establecer el toque de queda y también para limitar a seis el número de personas que se podrán reunir en domicilios o espacios privados en ese mismo horario. Según el consejero, el objetivo de estas dos medidas es evitar los botellones en la calle e impedir que «la fiesta se traslade a las casas».

Ambas limitaciones estarían en vigor durante 14 días, y empezarían a aplicarse en cuanto se consiga el respaldo de los jueces, que espera que se pronuncien a «la mayor brevedad posible». Mientras en la Comunidad Valenciana el toque de queda ha sido avalado por la justicia, en Canarias ha sido denegado, y en el caso de que esto último ocurra también en Cantabria «el plan B» del Gobierno regional es presentar un recurso ante el Tribunal Supremo. «Creemos que los argumentos son absolutamente sólidos.

La evolución es ascendente y lo que no podemos hacer es mirar para otro lado. Tenemos que establecer medidas de control e intentar que la infección no siga creciendo como lo está haciendo», ha argumentado. prohibida la venta de alcohol desde las ocho de la tarde. Rodríguez ha anunciado además que a partir de hoy jueves estará prohibido vender alcohol en todos los comercios y gasolineras de Cantabria a partir de las 20.00 horas.

Esta limitación tiene una «duración indefinida», que dependerá de la evolución epidemiológica en Cantabria, que es ahora de 527 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, mientras que entre los jóvenes de 20 a 29 años roza los 2.000 (está en 1.968,94). La ocupación de camas hospitalarias se mantiene en un nivel bajo, con 53 pacientes ingresados, 5 de ellos en cuidados intensivos, según los últimos datos, aunque, según el consejero, no hay que medir el impacto de los contagios en el sistema sanitario solo por los hospitales, y la Atención Primaria «está sobrepasada».