La militancia del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Cantabria se pronunció el pasado sábado en una consulta a nivel nacional que tiene una gran relevancia para la investidura del secretario general del partido, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno de España. Sin embargo, más allá de los resultados en sí, un aspecto que destaca y que merece una atención especial es la significativamente baja participación de los afiliados en este proceso. «¿Apoyas el acuerdo para formar un Gobierno con Sumar y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?», decía la pregunta formulada, que no mencionaba expresamente la ley de amnistía, requisito exigido por Junts y ERC para apoyar la investidura de Sánchez.

Los números en torno a la consulta son innegablemente interesantes. Un 85,55% de los afiliados del PSOE en Cantabria han dado su respaldo a los acuerdos propuestos, lo que, en un primer vistazo, podría considerarse un porcentaje sólido de apoyo. No obstante, es fundamental contextualizar estos resultados en el panorama más amplio de las federaciones socialistas en todo el país, ya que este porcentaje se posiciona como el séptimo más bajo entre todas ellas. Esto, sin lugar a dudas, arroja una luz sobre la percepción y el nivel de aceptación que suscitan las políticas y estrategias del partido en esta región particular.

Sin embargo, lo que ha capturado la atención de manera más llamativa es la tasa de participación de las bases en esta consulta. Únicamente el 62,12% de los miembros con derecho a voto ejerció su derecho a emitir su opinión, teniendo en cuenta que el censo total de afiliados en Cantabria asciende a 3.052 personas. Esta cifra, que revela que más de un tercio de los afiliados optaron por no participar en la consulta, pone de manifiesto un dato de gran relevancia: la necesidad de abordar la movilización de la militancia y el compromiso de los mismos con las decisiones políticas y estratégicas del partido.

El proceso de consulta se desarrolló de manera telemática a lo largo de un período que abarcó desde el 30 de octubre hasta el 3 de noviembre, y se brindó la opción de voto presencial el 4 de noviembre, lo que permitió a los afiliados expresar sus preferencias de manera flexible y accesible. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos por garantizar una amplia participación, la baja concurrencia de los miembros en un momento tan importante no puede ser pasada por alto.

Los resultados finales de la consulta reflejaron la diversidad de opiniones en el seno del partido en Cantabria: 1.622 votos a favor, que representan el 85,55% del total; 254 votos en contra, que equivalen al 13,40% del total; y un 1,05% de abstenciones o votos nulos, sumando un total de 20 votos no válidos.

Esta baja participación, además de ser una llamada de atención para el partido, plantea preguntas acerca de la representatividad de los resultados obtenidos. ¿Hasta qué punto reflejan verdaderamente la opinión y el deseo de la militancia si una parte sustancial optó por no ejercer su derecho al voto? Además, esta baja participación también abre un debate sobre cómo el partido puede incentivar una mayor movilización y participación de sus bases en decisiones de importancia vital para el futuro del país.

En última instancia, el proceso de consulta en Cantabria se convierte en un recordatorio de la importancia de involucrar activamente a los afiliados en la toma de decisiones, así como de escuchar y abordar las inquietudes y opiniones de aquellos que pueden sentirse desencantados o desinteresados. La política española se encuentra en un momento de constante cambio, y la baja participación en una consulta de este calibre subraya la necesidad de renovar los esfuerzos para fomentar la implicación activa de la militancia en el proceso político y garantizar que sus voces sean escuchadas.

Zuloaga no moviliza a los afiliados

El líder de los socialistas cántabros insistió a lo largo de la semana pasada en la necesidad de que los afiliados apoyasen la consulta de Sánchez, pero su mensaje no parece haber calado entre los socialistas cántabros, a tenor de la alta abstención.

Pablo Zuloaga, secretario general del PSC-PSOE y portavoz parlamentario dio la semana pasada su respaldo a la propuesta del Gobierno encabezado por el PSOE y Pedro Sánchez, que contempla la posibilidad de otorgar amnistía a los independentistas catalanes. Zuloaga hizo hincapié en la necesidad de avanzar ante lo que considera retrocesos por parte del PP en España y en Cantabria. Zuloaga instó a los miembros del PSOE a apoyar la propuesta del Gobierno, subrayando la importancia de votar a favor. Además, resaltó la relevancia de tomar decisiones gubernamentales que mejoren la convivencia, mencionando medidas como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional, el incremento de las pensiones, avances en los derechos laborales y una mayor financiación para los servicios públicos.

Zuloaga se posicionó como portavoz de Cantabria, a pesar de haber perdido las elecciones después de haber estado en el Gobierno y de respaldar un proceso de amnistía iniciado por Pedro Sánchez, a pesar de que la mayoría de los diputados del Parlamento de Cantabria se mostraron en contra de la amnistía que Sánchez pretende implementar. En consecuencia, la posición de Cantabria se muestra inequívoca en contra de la ruptura de la convivencia. La presidenta de Cantabria, Sáenz de Buruaga, lamentó recientemente en el Senado que el Partido Socialista deseara permanecer en el poder a cualquier costo.

Zuloaga concluyó su intervención asegurando que el PSOE y Pedro Sánchez actúan con «total legitimidad», proponiendo la amnistía como una vía para mejorar España, aunque en el pasado su grupo político se manifestaba claramente en contra de esta medida por considerarla inconstitucional.

Descalabro a nivel nacional

La baja participación de los afiliados del PSOE en la votación de los pactos de investidura de Pedro Sánchez ha sido la tónica general en la mayoría de  las comunidades, como por ejemplo en Castilla-La Mancha, donde gobierna el socialista Emiliano García-Page, crítico con la negociación de Sánchez con los partidos catalanes. En la consulta realizada en esta comunidad, se observó un nivel de respaldo menor al esperado por parte de la militancia socialista en general, con un 78,57% de afiliados respaldando los pactos, en comparación con la media global del 87,13%.

En esta consulta, que involucró a los 172.611 militantes socialistas de todo el país, se les pidió que se pronunciaran sobre el acuerdo de gobierno con Sumar y los pactos necesarios con otros partidos para asegurar la investidura, incluyendo ERC y Junts. La pregunta formulada no mencionó explícitamente la ley de amnistía, un requisito crucial para Junts y ERC.

A nivel nacional, la baja participación fue evidente en varias comunidades autónomas, donde los porcentajes de respaldo variaron y se encontraron por debajo de las expectativas. A pesar de que la mayoría de las federaciones socialistas respondieron afirmativamente en todas las regiones, los porcentajes de apoyo en algunos lugares dejaron claro que no hubo un respaldo abrumador.

Por ejemplo, en Castilla-La Mancha, solo el 60,60% de los 11,396 militantes censados participaron en la votación. De esos, el 78,57% (5,426) respaldó los pactos de Sánchez, mientras que el 19,81% (1,368) votó en contra. Las cifras de Castilla-La Mancha difieren significativamente de la media nacional.

En otras comunidades autónomas, como la Comunidad Valenciana (92,72%), Canarias (91,01%), y el País Vasco (90,18%), los porcentajes de apoyo fueron más altos, pero la participación total aún fue menor de lo deseado. Además, se observaron tasas de apoyo relativamente altas en las ciudades autónomas de Ceuta (94,30%) y Melilla (91,07%), a pesar de tener un censo más reducido.

Esta baja participación y el nivel de apoyo a los pactos en todas las comunidades autónomas han planteado preguntas sobre la unidad y la fortaleza del apoyo dentro del PSOE a nivel nacional. Los dirigentes del partido ahora deben considerar cómo abordar esta cuestión y trabajar para fortalecer el respaldo de su base de afiliados en el futuro.

Desprecio de Sánchez a Cantabria

Una de las razones que puede haber desmotivado a los afiliados a participar en la consulta es la reciente noticia de que el Gobierno central perdonará a Cataluña 15.000 millones de euros de deuda. Dentro de la negociación con Junts para lograr la investidura de Sánchez, el Gobierno anunció este regalo a Cataluña, una medida que no aplicará a otras comunidades autónomas, lo que ha provocado las quejas de los presidentes autonómicos. Una de las primeras en posicionarse fue la presidenta de Cantabria, María José Saenz de Buruaga, quien la pasada semana advirtió sobre la posibilidad de recurrir a la inconstitucionalidad si no se garantiza un trato equitativo para todas las regiones de España.

La presidenta cántabra expresó su preocupación por lo que considera un trato desigual hacia su comunidad y otras regiones de España en comparación con Cataluña. El motivo de esta preocupación radica en la condonación de una parte sustancial de la deuda de Cataluña, que asciende a 15.000 millones de euros, como parte del acuerdo político alcanzado entre el PSOE y ERC.

Según Sáenz de Buruaga, esta condonación de la deuda catalana no significa que desaparezca, sino que se traslada a los hombros de todos los españoles, incluidos los ciudadanos de Cantabria. La presidenta regional destacó que este tipo de acuerdos políticos no son sorpresa, y acusó al presidente Pedro Sánchez de ser capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Además, señaló que las implicaciones del acuerdo con ERC incluyen la posibilidad de una amnistía, lo que considera un ataque a los fundamentos democráticos del país y una apertura hacia la posibilidad de un referéndum de autodeterminación o independencia para Cataluña.

En su discurso, Sáenz de Buruaga hizo hincapié en la importancia de garantizar la igualdad entre todas las comunidades autónomas y expresó su preocupación por las posibles consecuencias de cualquier reforma en el sistema de financiación autonómica. A su juicio, esto podría ser un objetivo para el independentismo y podría poner en peligro el sistema de autonomías y la igualdad entre los españoles.

Vox les retrató de «traidores» a quienes apoyan la amnistía

 También desde el ámbito regional, Vox criticó duramente la negociación de Sanchez con los golpistas catalanes. Precisamente el pasado sábado, mientras se realizaba la consulta, Vox Cantabria criticó el voto favorable a una amnistía a los líderes independentistas catalanes por parte del diputado PSOE representante de Cantabria, Pedro Casares. «Traidores», así llegó a calificar Vox Cantabria a través de las redes sociales a Casares y a los socialistas que apoyaron la negociación con los independentistas. Vox Cantabria ha formulado acusaciones contundentes, sosteniendo que estos políticos están respaldando, de manera implícita, la ruptura de la unidad de España y la posibilidad de otorgar indultos a otros políticos con el propósito de mantenerse en el poder.