El Sinfín ganó los dos últimos partidos del 2021 y ha ganado los dos primeros del 2022. Son cuatro victorias seguidas, lo que confirma su buen momento por mucho que entre el segundo y el tercer encuentro hubiera casi mes y medio de distancia. Al equipo y al club les habría interesado que todos estos envites hubieran sido de liga, que es lo que le da de comer, pero dos fueron de Copa. Lo importante, aún así, es la dinámica. Y parece que la de los hombres de Víctor Montesinos es buena porque hoy van a afrontar un partido tremendamente importante tras haber derrotado esta misma semana a Puente Genil primero y a Granollers después, ambos buenos equipos cuyas derrotas confirmaron que el conjunto cántabro está en condiciones de dar un golpe de autoridad hoy en León.

Cualquier otro año, un desplazamiento a la cancha de Ademar es sinónimo de desplazamiento complicado, de partido donde es muy difícil sumar. Sin embargo, las cosas han cambiado en esta ocasión, ya que, de manera sorprendente, el equipo leonés se ha convertido en un rival directo del Sinfín. No sólo eso, sino que ambos están separados por un solo punto siendo los santanderinos quienes marcan el descenso y los castellanos los que marcan la salvación. Por eso si los hombres de Víctor Montesinos son capaces de ganar esta tarde, saldrán del pozo en el que llevan instalados prácticamente toda la temporada. Hay mucho en juego esta tarde en León.

A pesar de que hasta esta temporada ambos han vivido en mundos paralelos, uno peleando en la zona noble y otro por escapar de la quema, el Sinfín ya sabe lo que es escaparse con todo el botín de León. Es cierto que hace tiempo de aquello. Tanto es así, que fue allí donde consiguió los primeros puntos de su historia en Asobal. Dio la campanada en ese septiembre del 2014 que no se ha vuelto a repetir. Los hombres de negro quieren hacerlo hoy, en un momento que sería el idóneo, como si hubiera estado esperando estos casi ocho años para repetirlo. ¿Por qué no?

Ademar ya lo pasó mal en la primera vuelta en La Albericia. Ganó sólo por dos goles y gracias al apagón que sufrió el Sinfín en prácticamente cada partido que disputó el otoño pasado. Ahora no quiere que le pase. No lo ha sufrido en los dos encuentros que lleva jugados en este 2022, lo que no quiere decir que se haya comportado como un equipo regular. En ambos le ha costado arrancar, se ha mostrado impreciso y ha pasado momentos en los que parecía perdido, pero nunca ha bajado los brazos. Eso le ha mantenido con las constantes vitales activas y le ha permitido esperar su momento.

Ese momento suele llegar a partir de la defensa. Sucedió ante Puente Genil y, sobre todo, ante Granollers. Es ahí donde el Sinfín se ha sentido tradicionalmente fuerte. Y desde ahí debe intentar desorientar a un Ademar que no sabe todavía qué quiere ser de mayor. Cuando pasó por Santander a principios de curso se excusó en las múltiples caras nuevas que tenía su equipo. El club decidió hacer una plantilla prácticamente nueva que, además, estaba caracterizada por la juventud y por agrupar múltiples nacionalidades. Dar forma a eso necesita tiempo, pero éste ha pasado y Ademar aún no ha despegado.

Confía en estar haciéndolo. Viene de ganar a Antequera la semana pasada y de clasificarse para la fase final de la Copa del Rey tras dejar en la cuneta a Nava. Fue una clasificación que, sobre todo, encarriló en el encuentro de ida que disputó en su pabellón. Es el mismo donde esta tarde a partir de las 18.30 horas sonará la bocina para disfrutar de un dramático partido por todo lo bajo. Allí ha cosechado Ademar tres triunfos y ha encajado cinco derrotas ligueras contra Benidorm, Cangas, Granollers y Logroño. Son todos ellos grandes equipos, pero el Sinfin sabe que hoy puede dar una vuelta de tuerca a la temporada.

Ambos están metidos en el mismo agujero, pero uno es mucho más grande que otro y juega en casa. Esto quiere decir que la clara obligación la tienen los leoneses. Bueno sería, por lo tanto, dar forma a un partido largo que generara ansiedad en la bisoña plantilla local. De ahí que sea más que probable que los hombres de negro intenten volver a poner un ritmo lento, lo que ha de estar siempre acompañado por limitar al máximo las pérdidas. Catorce cometió el Sinfín el pasado domingo contra Puente Genil y eso es algo que ha de cortar por lo sano.

Será el tercer partido en seis días para el conjunto cántabro y en siete para el Ademar. A buen seguro que las piernas se noten. Más aún en un Sinfín sin una rotación tan profunda como la que tiene Manolo Cadenas, algo agravado por la ausencia de Dija, que tendrá que seguir viendo el encuentro desde la grada al estar aún renqueante del fuerte golpe que sufrió el pasado domingo ante Puente Genil. Si algo ha pedido Víctor Montesinos de cara a la segunda vuelta es salud para poder contar con todos y, en ese sentido, ha comenzado con mal pie. Lo bueno es que no parece grave y que, si todo va bien, el próximo fin de semana podría estar disponible para jugar contra Logroño. Importante sería que lo estuviera porque es un jugador vital para los suyos.

El encuentro es tan atractivo en todos los sentidos que incluso ha llamado la atención de la televisión. Se podrá seguir por LaLigaSportsTV y nadie debería faltar a la cita. Ganar significaría un impulso moral para el conjunto cántabro que de los que nunca hay que despreciar.