19.04.2024 |
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Difícil reto para el Sinfín

El equipo santanderino recibe en La Albericia al ciudad encantada Cuenca con la intención de mantenerse invicto en el 2021 y de cobrarse la deuda pendiente desde el partido de Nava

Diego Muñiz, encimado por dos rivales. / ALERTA
Diego Muñiz, encimado por dos rivales. / ALERTA
Difícil reto para el Sinfín

El balonmano en general y la Asobal en particular le deben al menos un punto al Sinfín. Y el equipo cántabro se lo quiere cobrar. Y no quiere esperar porque su intención es hacerlo hoy mismo, cuando recibe en su cancha a uno de esos equipos ante los que lo más normal es marcharse de vacío. Visita el pabellón de La Albericia el Ciudad Encantada Cuenca, un equipo que desde hace unos pocos años aspira a colarse en la zona noble de la clasificación para seguir viajando por Europa. Llega a Santander subido en una buena dinámica de la que no se quiere bajar, para lo que sabe que necesitará completar un buen partido porque el equipo de casa no le va a regalar nada.

Afronta el Sinfín el encuentro después de haber perdido sólo uno de sus últimos siete partidos y siendo el actual monarca del empate, ya que ha firmado tablas en cuatro de los últimos cinco partidos que ha disputado y, sobre todo, en los tres últimos. No es habitual sumar de uno en uno en tres partidos consecutivos, lo que explica lo difícil que es hoy en día ganar a los hombres de Víctor Montesinos y también lo cerca que han estado de ganar y de haber enlazado una racha para enmarcar que les habría concedido ya, de manera virtual, la permanencia. Y es que, en esos tres encuentros, todos ellos disputados en siete días, en los que sellaron un empate tras otro, se quedaron a un suspiro de haber ganado. Tanto es así, que en los dos últimos sellaron las tablas gracias a sendos penaltis con el tiempo ya cumplido.

El primero fue sospechoso y el segundo polémico por no decir injusto. Las imágenes confirmaron que al Sinfín le birlaron un punto en Nava que, en verdad, era algo más porque se estaba enfrentando a un rival directo al que podía haber alejado ya de manera definitiva. La pareja arbitral vio algo que no existió y por mucho que terminara pidiendo excusas al club cántabro, el punto ya no volverá. Hay que recuperarlo y el equipo santanderino quiere hacerlo hoy, en un partido que no suele entrar en las cuentas que uno hace al inicio de cada temporada.

Lo bueno es que los hombres de negro ya han demostrado ser capaces de alterar el lógico desarrollo de los acontecimientos. De hecho, la única victoria que han logrado hasta la fecha en la segunda vuelta fue toda una sorpresa, ya que se presentaron en Logroño con el cartel de víctima colgada al cuello y se fueron con todo el botín. Sin mirar atrás. Y lo mismo querrán hacer hoy. Los jugadores del Sinfín no saltarán a la cancha con ánimo de lamerse las heridas tras lo sucedido hace siete días en Nava, sino con la intención de resarcirse y con ánimo de aprovechar esa rabia acumulada para convertirlo en algo positivo.

Para evaluar la calidad que atesora en sus filas el Cuenca basta con recordar que prácticamente la mitad de su plantilla estaba en Egipto hace poco más de un mes disputado el Mundial. No ha empezado mal la segunda vuelta porque sólo ha encajado una derrota, que fue ante el Puente Genil, que fue el equipo que empató en La Albericia hace apenas semana y media. Si los cordobeses pudieron, los cántabros también. Para conseguirlo, Víctor Montesinos cuenta con los habituales, de los que intentará extraer el buen rendimiento que está dando el grupo en sus últimas apariciones públicas.

Si de algo presume el Ciudad Encantada Cuenca es de una defensa muy agresiva y armada, por lo que el primer paso del Sinfín ha de ser el de aceptar el reto de igualarla e incluso mejorarla. En la portería rival, se encontrará con una de las mejores manos de la Asobal, que es la de Leo Maciel. Mientras, en ataque el partido demandará una especial vigilancia sobre el pivote. Se trata de un gran equipo con un gran repertorio de recursos ante el que no conviene un intercambio de golpes. Aunque el Sinfín esta harto de empates y de finales ajustados,

hoy tiene claro que su principal objetivo es volver a protagonizar otro final de infarto. Eso quiere decir que está vivo, que hay partido y que puede dar la campanada. «Esperemos que sea un partido también igualado al que, como todos los anteriores, lleguemos con opciones a los minutos finales. También esperemos que, por fin, esta vez sean dos puntos y no uno los que se queden en casa», ha dicho Víctor Montesinos sobre el encuentro que les espera esta tarde. Es uno de esos partidos ante rivales de otra realidad contra los que hace falta romper el cristal. Y el Sinfín tiene un buen martillo para hacerlo. Ya hay quien lo ha sufrido antes.

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