A escasas 24 horas de las elecciones argentinas, la incertidumbre política persiste, y poco nuevo, coherente o inteligible se puede añadir. La relevancia de las encuestas, aunque esencial, ha disminuido debido a cuestiones metodológicas, la resistencia de los ciudadanos a ser entrevistados y la omnipresencia de las redes sociales. La capacidad predictiva de las encuestas, especialmente en lo electoral, se ha cuestionado, aunque siguen siendo útiles para comprender las modulaciones de la opinión pública.

En el caso argentino, las encuestas erraron antes de las elecciones primarias (PASO) y podrían equivocarse nuevamente. A pesar de las fluctuaciones, la mayoría de ellas sugiere un escenario dividido en tercios, con cambios notables tras las PASO. El liderazgo de Javier Milei, originalmente el tercer candidato, ha forzado ajustes en las estrategias de campaña de todos los contendientes.

Si Milei hubiera quedado tercero, como se esperaba, seguiría con su enfoque radical. Sin embargo, al ganar las PASO, su camino hacia la presidencia parece más accesible, provocando reclutamientos desordenados de referentes políticos. Bullrich y Massa, que esperaban un duelo entre ellos, ahora deben adaptarse a una realidad volátil y a una economía al límite.

Las encuestas también han evolucionado, colocando a Milei en la primera posición y a Massa en la segunda, según la mayoría. La incertidumbre persiste sobre si Milei ganará en la primera vuelta o si se requerirá un balotaje. A pesar de los escenarios construidos, la incertidumbre persiste, ya que las encuestas, influenciadas por quien las financia, pueden ser impredecibles.

La gran incógnita gira en torno al resultado final y los factores condicionantes. El humor y estado de ánimo de los votantes serán determinantes, reflejando un descontento generalizado. En América Latina, ha surgido un voto anti-oficialista y de descontento, evidenciado en las últimas 17 elecciones presidenciales. Al analizar las motivaciones de los votantes, se deben considerar la fidelidad del voto en las PASO y su repetición en las elecciones, así como la diversidad de razones para votar en un contexto de descontento generalizado.