El Papa designa nuevo obispo en Wuhan, el sexto nombramiento desde que se firmó acuerdo con China
ROMA, 8 (EUROPA PRESS)
El Papa ha designado al sacerdote Cui Qingqi como nuevo obispo de Wuhan, en China, cuyo nombramiento es el sexto que se fragua bajo el acuerdo conjunto firmado por la Santa Sede y el gigante asiático en 2018 que define el mecanismo para el nombramiento de obispos con el beneplácito del Vaticano y del régimen comunista.
"Puedo confirmar que hoy, miércoles 8 de septiembre de 2021, en Wuhan, provincia china de Hubei, se llevó a cabo la ordenación episcopal del sacerdote Francesco Cui Qingqi, nombrado por el Santo Padre obispo de Wuhan el 23 de junio de 2021. Este es el sexto obispo chino nombrado y ordenado bajo el marco regulatorio del acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos en China", ha informado el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Con este nombramiento, se pone fin a 14 años de sede vacante en esa diócesis de China. El acuerdo entre la Santa Sede y la República Popular de China - que fue renovado el año pasado hasta 2022- permite a los fieles tener obispos que están en comunión con Roma y que respeten al Papa como autoridad suprema, pero al mismo tiempo reconocidos por las autoridades chinas.
Su firma supuso el acercamiento bilateral más importante para los dos Estados, que aún no tienen relaciones diplomáticas, ya que puso fin a más de cincuenta años de división en la Iglesia local, entre una facción que seguía a la Santa Sede de Roma y otra leal al Partido Comunista.
Algunos sectores conservadores han atacado la eficacia del acuerdo porque sus términos siguen siendo secretos. El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, aclaró que se trata de "un secreto relativo" e hizo referencia a que "muchos contenidos se conocen". "Como aún es un acuerdo ad experimentum (provisional) pues quedarán reservados algunos contenidos", enfatizó.
La cuestión del nombramiento de obispos en China es muy compleja. Desde la llegada al poder de los comunistas, que expulsaron al nuncio apostólico, China únicamente ha permitido el culto católico por medio de la Asociación Patriótica Comunista China. Un departamento leal al gobierno chino, que además rechaza la autoridad de la Santa Sede en el nombramiento de obispos y en el gobierno de la Iglesia.
Los obispos legítimos que permanecen fieles al Papa viven una situación cercana a la clandestinidad, permanentemente asediados por las autoridades comunistas. En la situación actual, todo obispo reconocido por el gobierno chino debe ser miembro de la asociación patriótica, y muchos obispos nombrados por el Vaticano que no son reconocidos o aprobados por el gobierno chino han enfrentado persecución.
La rúbrica de esta resolución no sella el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el Gobierno de Xi Jinping, rotas desde 1951, dos años después de la instauración del régimen comunista.