La Haya, 22 feb (EFE).- El Gobierno neerlandés convocó este martes al embajador ruso en Países Bajos para trasladarle que el reconocimiento de Rusia a dos provincias separatistas del Donbás, en el este de Ucrania, es “totalmente inaceptable", pero rechaza hablar ya de una “invasión”, a la espera de una “verificación” sobre la presencia rusa en esa zona.

La convocatoria llegó momentos después de que el primer ministro, Mark Rutte, asegurara al Parlamento neerlandés de que la Unión Europea tomará hoy una decisión final sobre “un paquete estricto” de sanciones, que subrayó “serán duras” y "afectarán a (el presidente ruso, Vladímir) Putin y su régimen en Moscú en todos los sentidos".

Consideró que el reconocimiento de las dos regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk es razón suficiente para estas sanciones, pero no quiso tildar todavía la entrada de tropas rusas a estas áreas como una “invasión” hasta que se pueda “verificar” esto y haya más detalles sobre lo que Moscú calificó como “misión de paz” en las dos provincias.

“Si también son militarmente activas (las tropas), eso tendría consecuencias sobre la severidad de las sanciones”, señaló. De momento, Rutte solo habla de “escalada” de las tensiones y de “violación directa de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”, lo que le trasladará al embajador ruso, según la agencia neerlandesa ANP.

El Parlamento neerlandés ha instado a imponer sanciones a Rusia e incluso a congelar propiedades en Países Bajos de oligarcas rusos, aunque mostró también su preocupación sobre el impacto que tendrían las sanciones sobre la economía de Países Bajos.

Rutte admitió que “no se puede descartar” que haya consecuencias para la economía neerlandesa, pero “las cuestiones de derecho internacional, derechos humanos, orden internacional y seguridad son más importantes” y no reaccionar “también afectará nuestra libertad y prosperidad”

“Ucrania no tiene la culpa aquí. Lo que está pasando es enteramente culpa de Rusia”, agregó. EFE

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