Madrid, 23 feb (EFE).- El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha asegurado este miércoles que su departamento evaluará en un año los resultados de la medida que el 21 de marzo entrará en vigor y que eliminará la posibilidad de rebasar en 20 km/h el límite de velocidad para adelantar en las carreteras convencionales.

Consciente de que esta medida, incluida en la nueva ley de Tráfico, no ha gustado a todos, Navarro ha recalcado tras constatar que en las carreteras convencionales murieron el pasado año 239 personas por choques frontales.

"Déjennos un año y los datos nos dirán. No nos perdamos en el debate", ha recalcado Navarro en un desayuno informativo organizado por Europa Press donde ha repasado las principales medidas de la nueva ley, que introduce 50 novedades para adaptarla a los nuevos tiempos.

Las 146 enmiendas que los grupos presentaron en el Congreso y las 83 del Senado fueron, a su juicio, un buen "retrato" de las preocupaciones y sensibilidades de los partidos.

Además, ha continuado, la ley ha salvado el consenso que siempre ha habido en materia de seguridad vial, "que sabiendo cómo está el Congreso, no es poco". "Nos sentimos cómodos con la ley, aunque hay cosas que no hubiéramos puesto", entre ellas, según ha insinuado, pasar de grave a muy grave la infracción por arrojar colillas.

Pese a que la nueva normativa aumenta los puntos a detraer en algunas infracciones, como la de usar el wasap o no llevar el cinturón de seguridad, el responsable de la DGT ha subrayado la decisión de su departamento de no aumentar las sanciones económicas. "No estaban los tiempos para ello", ha apostillado.

Durante el turno de preguntas, el director se ha referido al déficit de agentes de la Guardia Civil de Tráfico, pero ha reconocido que se conformaría con cubrir la plantilla actual.

También ha reconocido que el año ha empezado mal en siniestralidad vial, con cien fallecidos en enero y con 65 en lo que llevamos de febrero, pero Tráfico aún no ha encontrado "un factor completo que lo pueda explicar".

No ha descartado que haya tenido algo que ver lo que se ha venido en llamar "efecto descorche", es decir, la necesidad de lanzarse a la carreteras tras las restricciones de la pandemia, pero "no hay ninguna evidencia científica".

Lo que sí es evidente es que está creciendo la movilidad, que ya está algo por encima de los parámetros de la prepandemia.

Navarro ha sido preguntado por la posibilidad de sancionar si se fuma dentro del coche, pero ha recordado que ningún país europeo lo prohíbe salvo cuando viajan menores o embarazadas, unas excepciones que "en la primera oportunidad" podrían incorporarse a la normativa.

De todos modos, ha dejado claro que "es más una medida de salud que de tráfico". "Seguiremos haciendo campañas, pero no está en la agenda de la DGT", ha añadido.

Se ha referido también a la supresión de los peajes y ha resaltado la política de muchos países de Europa de aplicar una tarifa "blanda" para con ese dinero sufragar la conservación y el mantenimiento de las carreteras, algo fundamental para la seguridad vial.

"Me temo que el dinero que nos da Europa no es para eso (mantenimiento). Eso hay resolverlo por otras vías", ha enfatizado Navarro antes de insistir en que el tema de los peajes es una cuestión de Estado y habrá que "sentarse a ver cómo lo hacemos".

Porque, a su juicio, con este asunto no se puede hacer política de oposición porque "igual" cuando se llega al Gobierno, hay que tomar la decisión de aplicarlos. "Es un tema que se presta a mucha demagogia", ha concluido. EFE

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