25.04.2024 |
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Compañeros de trabajo de la víctima del presunto violador de Beasain (Guipúzcoa) la encontraron "destrozada" en su casa

Compañeros de trabajo de la víctima del último presunto violador en serie de Gipuzkoa, acusado de agredirla sexualmente 13 de julio de 2019 en Beasain (Gipuzkoa), han relatado, en la segunda jornada del juicio por estos hechos que se desarrolla en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que la encontraron "destrozada" en la vivienda de su hermano, con cuya familia vivía, a donde acudieron tras relatarles ella lo acontecido por teléfono.
Compañeros de trabajo de la víctima del presunto violador de Beasain (Guipúzcoa) la encontraron "destrozada" en su casa

SAN SEBASTIÁN, 25 (EUROPA PRESS)

Compañeros de trabajo de la víctima del último presunto violador en serie de Gipuzkoa, acusado de agredirla sexualmente 13 de julio de 2019 en Beasain (Gipuzkoa), han relatado, en la segunda jornada del juicio por estos hechos que se desarrolla en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que la encontraron "destrozada" en la vivienda de su hermano, con cuya familia vivía, a donde acudieron tras relatarles ella lo acontecido por teléfono.

Esta segunda sesión, en la que han declarado varios testigos, ha comenzado a las 09.30 horas con la declaración del que fuera jefe de la víctima en la panadería en la que trabajaba.

Según ha narrado ante las preguntas de la acusación particular ejercida por la abogada Malu Vallés, así como de la acusación popular, desarrollada por la letrada de la asociación Clara Campoamor Cristina Ramos, en la madrugada en la que se produjo la agresión sexual le llamaron desde la empresa, porque él no estaba allí aún, para comentarle que la víctima no había acudido a su puesto de trabajo, lo cual "era muy raro, porque nunca fallaba". "La llamé, me cogió y me dijo que, por favor, le ayudara, que la habían violado", ha explicado.

A continuación, se dirigió a la zona en la que vivía la joven, que por entonces tenía 21 años, porque no sabía exactamente cuál era la vivienda en la que residía, con otros de sus compañeros de trabajo a los que también había contado por teléfono lo que le habían hecho.

"Apareció en el balcón y luego nos abrió la puerta. Se sentó en el pasillo, destrozada, con la cara destrozada y descalza", ha recordado. A ello ha añadido que les contó que "le habían metido dentro de la casa" cuando iba a salir para ir a trabajar y "le habían violado". Aunque ha señalado que no entraron a inspeccionar la casa, había cosas por el suelo. En todo caso, ha insistido en que lo que se encontró allí fue "a una chica que conoces destrozada".

"Era una chica con carácter y ahora estaba muy asustada", ha añadido. También ha relatado, a preguntas de las acusaciones, que la víctima "no está bien" desde entonces y "no ha vuelto a trabajar". También ha explicado que la víctima no había visto al agresor, pero sí les dijo que "era un tipo fuerte, vestido de negro y con botas negras militares", que le "puso algo en la cara y la durmió". "Estaba un poco dormida todavía", ha indicado.

También ha explicado que sabía que vivía con su hermano y que éste se había ido con su mujer y sus hijos de vacaciones a Rumanía, por lo que se encontraba sola esos días en la vivienda. Otra compañera de trabajo, la que habló con ella inmediatamente después de los hechos porque el trabajador de la panadería que la llamó para saber donde no estaba al ausentarse en su puesto de trabajo no la entendía, ha dicho que ella le dijo que le habían violado.

"Llamé a mi hermano para que me llevara allí, porque tenía miedo, y a mi jefe para ir", ha apuntado. También ha explicado que en el domicilio de la víctima se encontraron la puerta abierta y "ella en el suelo llorando y preguntándose por qué le había pasado eso". "Estaba destrozada, con sangre, llorando y había cosas por el suelo", ha recordado. Según ha afirmado, a continuación, llamaron a la Ertzaintza que "se hizo cargo de todo".

"Nos contó que cuando iba a salir, alguien la metió en la casa y que no recordaba nada, que no sabía quién era, sólo que iba de negro y que le puso un pañuelo con líquido en la cara tapándosela y la durmió", ha incidido, para añadir que, cuando fueron a su casa, "no podía hablar claro" y "vomitó mucho".

"Ella no ha vuelto a trabajar", ha indicado también su compañera, que ha asegurado que la víctima "siempre estaba hacia las dos y media o tres en la panadería". Por eso, aquel día, hacia las tres y cuarto, un compañero la llamó porque "era muy extraño" que faltara y, además, ese día tenía que ir sola y no con su hermana, como solía ser habitual, porque ella también estaba fuera de vacaciones.

Un tercer trabajador, encargado de controlar que los trabajadores ficharan al comenzar su jornada con "tarjetas intransferibles", ha indicado que "los compañeros vieron que no había venido" cuando "nunca había fallado", por lo que la llamaron y ella les comentó "que le habían violado".

GRITOS Y SOLLOZOS

También han declarado como testigos dos vecinos de la víctima, una del piso de debajo y otro que vive con su familia en el de al lado, que ha relatado que hacia las 02.30 de la madrugada oyeron "un grito" y "pasos por la escalera", en el caso de la primera, y un "golpe fuerte" en el caso de los segundos, que les despertó, y ya más tarde a alguien llorar y "alboroto" de gente en la escalera, cuando llegaron los compañeros de trabajo de la víctima y la Ertzaintza.

El presunto agresor, G.G.C, un varón de 37 años arrestado el 20 de julio de 2019, en Lazkao (Gipuzkoa), donde trabajaba, se enfrenta a peticiones de 24 años de prisión por parte de la Fiscalía, la acusación particular y la acusación popular (15, por un delito de agresión sexual, tres años más por uno de lesiones y otros seis años por detención ilegal). Además, está vinculado con numerosos delitos sexuales en distintos puntos de Gipuzkoa desde 2012 y está a la espera de otros cinco juicios.

Compañeros de trabajo de la víctima del presunto violador de Beasain (Guipúzcoa) la encontraron "destrozada" en su casa
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