CEUTA, 10 (EUROPA PRESS)

El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha absuelto a tres hombres del delito de maltrato a los animales domésticos que se les imputaba por degollar el 21 de julio del año pasado a una vaca en plena calle tras atarla a una farola al entender que, aunque su comportamiento "reunió todos los elementos" del tipo descrito en el Código Penal, "su conducta no fue contraria al ordenamiento jurídico habida cuenta de que el sacrificio ritual musulmán sin adormecimiento previo está amparado por el Derecho comunitario".

El relato de hechos probados recogido en la sentencia, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso Europa Press, explica que los tres encausados y otras personas no identificadas "ataron el 21 de julio de 2021 una vaca a la que degollaron hasta murió desangrada en mitad de las calles de Ceuta sin contar con licencia municipal, permisos sanitarios ni matadero apropiado, pero atendiendo a la observancia del rito islámico de sacrificar un animal el día de la festividad de Eid Al Kebir al que tenían derecho".

Dos de los acusados reconocieron los hechos, pero el que ejerció de matarife apeló "al cumplimiento de la tradición musulmana de sacrificar un cordero, carnero o cabrito en la conmemoración de la Pascua del Sacrificio, pero la escasez de ganado menor les compelió a optar por una res", expone el magistrado en los fundamentos de derecho de su veredicto, adelantado por el diario El Faro de Ceuta.

El acusado mantuvo que el animal "solo sufrió al ser echado al suelo" y que su estrés "se debió al olor de la sangre de los demás animales que estaban siendo sacrificados durante la jornada". Además, argumentó que el rezo de unas 'aleyas' reportó a la vaca "la deseada tranquilidad".

"El Código Penal excluye la responsabilidad criminal para quien 'obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo", justifica el fallo la absolución al entender que la normativa europea excluye de aplicación requisitos como el aturdimiento previo cuando el sacrificio de un animal se rige por "métodos particulares prescritos por ritos religiosos" siempre y cuando se efectúe en un matadero.

Así, la sentencia concluye que el procesado "solo infringió la norma relativa al degüello en el matadero reglamentario, lo cual no es objeto de sanción penal, sino meramente administrativa, por cuanto el animal habría sufrido allí el mismo trato sin previo aturdimiento".