18.05.2024 |
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Los primeros ya son los últimos

Uno de los asuntos que más ha cacareado el Gobierno que iba como un tiro es la ejecución de los fondos europeos. 
Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez.
Los primeros ya son los últimos

La gestión de los fondos de recuperación de la Unión Europea en España ha suscitado una serie de críticas y preocupaciones significativas, marcadas por denuncias de falta de transparencia y eficiencia en su ejecución. A pesar de las afirmaciones del gobierno de que España ha sido uno de los principales beneficiarios de estos fondos y de que su implementación ha sido exitosa, informes y evaluaciones independientes parecen contar una historia diferente.

Una delegación del Parlamento Europeo, liderada por la presidenta de la Comisión de Control Parlamentario, visitó España el año pasado para evaluar la situación y, según informes, concluyó su visita con muchas incertidumbres respecto a cómo se estaba utilizando el dinero europeo. Este tipo de feedback no es alentador y sugiere una brecha entre las declaraciones gubernamentales y la realidad de la situación.

En términos de cifras, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) indicó que al cierre del año pasado, España había ejecutado realmente menos de la mitad de los fondos que el gobierno aseguraba haber implementado. Esta discrepancia plantea serias preguntas sobre la administración y el seguimiento de estos recursos críticos, destinados a impulsar áreas clave como la digitalización de las PYMES, el desarrollo de energías renovables y la modernización industrial.

Las dificultades no terminan ahí. España también se ha encontrado entre los países que menos fondos han recibido de la UE, contrario a lo que se había proclamado anteriormente. Los retrasos y complicaciones en la aprobación de reformas esenciales, como las del sistema de pensiones y las prestaciones por desempleo, han contribuido a esta situación desfavorable. Además, la falta de un gobierno con una mayoría sólida y estable parece haber exacerbado los problemas de implementación y gestión de los fondos.

La situación se complica aún más con las críticas de que una gran parte de los fondos distribuidos hasta ahora ha beneficiado principalmente a organismos y empresas públicas, con menos del 20% de los fondos llegando a las empresas privadas que necesitan urgentemente este apoyo para recuperarse y crecer.

Esta gestión de los fondos de recuperación no solo plantea problemas de eficacia y transparencia, sino que también refleja una oportunidad perdida para revitalizar la economía española en un momento crítico. La necesidad de una administración más efectiva y transparente de estos recursos es evidente, para asegurar que los fondos europeos alcancen su objetivo de fortalecer la economía y apoyar la transición hacia un modelo más sostenible y digitalizado

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