Un joven de 20 años enfrenta la posibilidad de pasar ocho años tras las rejas. Este severo castigo viene propuesto por la acusación popular tras el trágico incidente donde el acusado atropelló a un ciclista en Torrelavega y, agregando gravedad al asunto, optó por la fuga en lugar de prestar auxilio.

El fatídico suceso, que ocurrió en la mañana del 11 de febrero de 2023 en la CA-334, que une Sierrapando con Zurita (Piélagos), ha llevado a los familiares de la víctima, Florentino Gómez, de 66 años, vecino de Torrelavega y natural de Quijas (Reocín), a solicitar una pena que refleje la combinación de delitos: un delito de homicidio por imprudencia grave, en concurso con otro contra la seguridad vial por conducción temeraria, y un delito de abandono del lugar del accidente.

Las investigaciones revelaron que el joven conducía en contramano y a una velocidad estimada entre 57,89 y 69,53 kilómetros por hora en el momento del impacto con el ciclista. A pesar de la gravedad del accidente, el conductor eligió huir del lugar, siendo posteriormente identificado gracias a diligencias como la geolocalización de su dispositivo móvil y evidencias videográficas.

La acritud de este caso se ve agravada por las declaraciones del joven, quien, al ser detenido, manifestó no recordar el accidente, aduciendo haber consumido "más de diez copas" la noche anterior. La situación se complica aún más al considerar que intentó desvincularse del vehículo implicado, un Seat Ibiza color gris claro, argumentando un supuesto robo del mismo.

Este caso no solo ha provocado un profundo dolor entre los seres queridos de la víctima sino que también ha suscitado un debate en la comunidad sobre la responsabilidad vial, las consecuencias de la imprudencia al volante, y la importancia de la justicia en casos de tráfico con resultados fatales. La decisión final sobre la pena del joven recaerá en manos del sistema judicial, que deberá ponderar la gravedad de los actos y su impacto en la sociedad.