Entre la belleza paisajística y gastrónomica, Cantabria se alza como un destino perfecto para poder disfrutar de ambos artes que destacan en España. En este caso este pueblo destaca por uno de los mejores manjares de España, el queso.

Bejes, un pequeño pueblo ubicado en Cantabria entre las majestuosas montañas de los Picos de Europa, es un tesoro rural que aún espera ser descubierto por muchos. Con una población de apenas 60 habitantes, esta villa de arquitectura tradicional ofrece una experiencia de desconexión total en medio de la naturaleza.

Documentada desde el año 1286, Bejes ha mantenido su vínculo con los señores de Liébana a lo largo de su historia. Sus habitantes se dedican principalmente a la agricultura y la ganadería, destacando la producción del famoso Queso Picón Bejes-Tresviso, reconocido con Denominación de Origen Protegida desde 1994. Además, la gastronomía local incluye platos tradicionales como los corderos lechazos.

El patrimonio arquitectónico de Bejes es notable, con casas de piedra y techos rojizos que reflejan la típica arquitectura de montaña. La iglesia parroquial de Santa María se alza a unos 200 metros del núcleo urbano, agregando belleza al entorno.

Una de las celebraciones más destacadas en Bejes es la Fiesta de San Carlos o del Sagrado Corazón, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. Esta fiesta, que se celebra el primer domingo de agosto en años que terminan en 0 o 5, incluye una peregrinación hasta la cima del Pico del Sagrado Corazón o San Carlos, a 2.212 metros de altura. Tras una misa en la cima, los asistentes descienden a las Vegas de Ándara para disfrutar de comida y bailes. La celebración culmina con una verbena y el regreso al pueblo con antorchas.

Para aquellos que deseen visitar Bejes, el trayecto en coche desde la ciudad de Santander es de aproximadamente 1 hora y 20 minutos por la autopista A-8.