El proceso de selección de candidatos para las elecciones europeas ha comenzado en el seno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), marcando el inicio de un calendario para que las agrupaciones locales presenten sus propuestas para la candidatura nacional. Este proceso busca garantizar la representación de todos los territorios españoles, reservando un lugar para un cántabro en la lista de 54 candidatos que el partido presentará a nivel nacional. Históricamente, este representante cántabro se ha situado entre los puestos 15 y 25 en la lista, siendo una figura relevante en la representación regional en Europa.

En esta ocasión, el foco está puesto en la posible nominación de Alicia Renedo como candidata europea por parte del PSOE. Renedo, quien ocupó el cargo de directora de Juventud e Igualdad en el Gobierno cántabro, se vio envuelta en un escándalo que culminó con su dimisión en enero del año pasado. La dimisión se produjo tras la confirmación de contrataciones irregulares en sus departamentos, lo que generó controversia y cuestionamientos sobre su idoneidad para ocupar cargos de responsabilidad política. La propuesta de nominar a Renedo como candidata europea ha generado un intenso debate dentro del PSOE cántabro. La Ejecutiva del partido ha informado de esta propuesta a algunas agrupaciones locales, quienes tienen la responsabilidad de trasladar sus candidatos favoritos para su consideración en la candidatura nacional. Sin embargo, el líder del PSOE en Cantabria, Pablo Zuloaga, ha negado estar considerando a Renedo como aspirante a eurodiputada, lo que refleja la división interna dentro del partido respecto a esta cuestión.

El ‘caso Renedo’ está marcado por una serie de acciones polémicas que han generado críticas y cuestionamientos éticos y legales. Durante su gestión como directora de Juventud e Igualdad, Renedo adjudicó una docena de proyectos y programas relacionados con la formación en igualdad de género entre 2016 y 2019, por un valor total de 78.348 euros, a una empresaria gaditana, María Luisa Rebolledo Deschamps. Tras finalizar su mandato en el Gobierno, Renedo comenzó a trabajar en una de las empresas de Rebolledo, lo que planteó dudas sobre posibles conflictos de interés y favoritismo en la adjudicación de contratos públicos. En 2021, Zuloaga volvió a contar con Renedo para formar parte del Ejecutivo, esta vez como directora general de Juventud. Menos de un año después, a principios de 2022, Renedo firmó un contrato público con la misma empresa de Rebolledo desde su nuevo cargo, adjudicándole un curso de diversidad afectivo-sexual en línea por un valor de 1.580 euros, sin haber tenido ningún otro licitador. Estas acciones suscitaron preocupaciones sobre posibles infracciones éticas y legales, especialmente en relación con las leyes de incompatibilidad y el uso adecuado de recursos públicos.

La situación de Renedo se agravó aún más cuando se reveló que, según la Ley de Incompatibilidades de Cantabria, los altos cargos no pueden desempeñar actividades privadas relacionadas con los expedientes en los que hayan intervenido durante los dos años siguientes a su cese. Además, Renedo no declaró su inhibición en la declaración de Actividades e Intereses al regresar al Gobierno en 2021, lo que planteó serias dudas sobre su cumplimiento de las normativas éticas y legales que rigen el ejercicio de cargos públicos. En enero se conoció la relación entre Renedo y Rebolledo, así como las irregularidades en la adjudicación de contratos públicos durante su mandato en el Gobierno cántabro.

Ante la presión pública y las críticas internas, Renedo presentó su dimisión y el Ejecutivo inició una investigación interna para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes. Seis meses después de su dimisión, el bipartito calificó la actuación de Renedo como una infracción de falta leve, y la sanción se limitó a la publicación de un aviso en el Boletín Oficial de Cantabria. Esta decisión fue recibida con críticas y escepticismo por parte de la opinión pública y la oposición política, quienes consideraron que la respuesta del Gobierno fue insuficiente para abordar las serias irregularidades cometidas por Renedo. A pesar de las controversias y las críticas, Zuloaga ha mantenido a Renedo como una de sus colaboradoras más cercanas, manteniéndola en la Ejecutiva del partido como secretaria de Igualdad. Esta decisión ha generado divisiones dentro del PSOE cántabro, con algunas voces críticas pidiendo su salida del partido.

Sin embargo, Zuloaga ha defendido a Renedo, argumentando que es una militante comprometida y una defensora de los valores socialistas. La posible nominación de Renedo como candidata europea ha planteado serias preocupaciones sobre la integridad y la ética en la política, así como sobre la capacidad del PSOE para representar y servir a los intereses de la ciudadanía. La respuesta del partido a estas preocupaciones será crucial para su credibilidad y legitimidad ante los votantes, así como para su capacidad de competir en las próximas elecciones europeas.

En un momento en que la confianza en las instituciones políticas está en entredicho, el PSOE enfrenta el desafío de demostrar su compromiso con la transparencia, la honestidad y el servicio público. Mientras, el PSOE de Cantabria ha confiado en que alguno de sus integrantes vaya en un buen puesto en la candidatura socialista a las elecciones europeas para que haya una «voz cántabra» en las instituciones comunitarias y ha subrayado que son la militancia y las agrupaciones locales las encargadas de proponer nombres, sin que haya «ninguna directriz» por parte de la Ejecutiva regional.