17.05.2024 |
El tiempo

Pedreña se mantiene imbatible

  • Astillero por su parte ganó con autoridad su tanda y terminó séptimo, lo que le dejó a un solo punto de la permanencia cuando empezó el día a seis  
  • Pedreña ganó su tercera bandera consecutiva y cuenta ya con once puntos de colchón
Los remeros de ‘La Pedreñera’, durante la regata.
Los remeros de ‘La Pedreñera’, durante la regata.
Pedreña se mantiene imbatible

Cuando Víctor Hugo se enteró de que su hija había muerto ahogada en el Sena tomó la decisión de hacer las maletas e instalarse en Pasajes, en el barrio de San Juan. Se autoexilió para encerrarse en sí mismo, reflexionar y reaccionar. Quería saber cómo debería afrontar lo que le quedaba de vida, tal y como hizo Astillero ayer en las mismas aguas que prácticamente bañan la casa del autor de ‘Los Miserables’, hoy convertida en foco de atracción para viajeros, turistas, curiosos o estudiosos. Lo sucedido el día anterior le podía haber hundido no sólo por haberse visto muy lejos de todo el mundo, sino por quedarse en el límite del destierro de la lucha por la supervivencia. Necesitaba saber qué quería hacer con su vida; qué quería ser durante lo que queda de verano. Y decidió que quería pelear. También Víctor Hugo siguió escribiendo. Hay veces en las que no queda otra opción que mirar al frente y remar.

«Una casa como no se ve en ninguna parte», solía decir el novelista francés a sus amistades cuando les contaba dónde había ido a caer. Nadie se esperaba que acabara en morada tan humilde como tampoco nadie esperaba la reacción de Astillero ayer, que no sólo ganó con una tremenda solvencia su tanda, sino que terminaría marcando el séptimo mejor tiempo de la regata. A eso se sumó un episodio más de la caída que parece estar experimentando Donostiarra B para, finalmente, ver resucitar a la ‘San José’, que había dejado Getaria a seis puntos de la permanencia y ayer volvió a casa a sólo uno. Va a llegar al parón liguero en mejor situación de lo que podía haber soñado antes de dar ayer su primera palada.

Los astillerenses mostraron una cara completamente opuesta a la del día anterior sin haber revolucionado su tripulación. A parte de recuperar a Iván Gómez para llevar el remo de gobernar, salieron del bote Javi Peña, Adrián Méndez y Alberto Renero para que entraran Campuzano, Mario Navarro y José Luis Sanz. Y la diferencia fue tremenda. El bote se sintió cómodo en un escenario donde había que echar mano de muchos vatios, con constantes ciabogas que suponen siempre un esfuerzo extra y, en definitiva, dando forma a una regata opuesta a la del día anterior. La ‘San José’ se sintió fuerte desde el primer largo, se vio en seguida por delante y, a partir de ahí, fue capaz de escribir una contrarreloj que le terminaría brindando mejores resultados de lo que podía esperar mientras contabilizaba un largo detrás de otro.

Astillero no sólo ganó su tanda, sino que también mejoró el tiempo que firmaría Zumaia en el segundo acto. Apenas le sobró un segundo, pero fue suficiente para sumar un punto más cargado de suspense. Menos de esto último tuvo el que acumuló gracias a Camargo, que ayer no encontró la remada buena y estuvo muy lejos del tremendo duelo que mantuvieron Deusto y Getaria, con quienes había estado el día anterior. Éstos avanzaron prácticamente a la par durante los veinte minutos de esfuerzo dejando para la champa final el desenlace de la historia. Se exigieron tanto a sí mismos que incluso marcarían en meta unos tiempos que después no conseguiría superar San Pedro.

No superaron el de Pedreña por sólo dos segundos. De hecho, fueron getariatarras y bilbaínos los grandes rivales de los entrenados por Joseba Fernández, que introdujo un buen número de cambios en sus tostas respecto al día anterior. En concreto, bajaron del bote Aja, David Pérez y Luis López en estribor para que subieran Andrés y Marcos Peña y Miguel Martínez. Mientras, en babor, Joseba Fernández y Sergio Alonso dejaron su sitio a Pablo Hernando y Sergio Enrique Rodríguez. La apuesta del técnico blanquinegro fue opuesta a la de Gabancho en Camargo, que repitió exactamente la misma alineación que el día anterior manteniendo tanto los nombres de los protagonistas como los puestos que ocuparon. Y al técnico castreño le tocará evaluar estos días si el paso atrás que dio ayer la ‘Virgen del Carmen’ se debió a una acumulación de esfuerzos, a un mal día o a la encerrona pasaitarra en un duro campo de regatas que gusta a pocos.

Pedreña ya tiene marcado su territorio respecto a su gran rival. De hecho, en el primero de los cinco largos que hubo que dar, ya le sacaba cinco segundos a la ‘Libia’, que es mucho tiempo para poco más de tres minutos de prueba. Fue en esos viajes de ida en los que la trainera negra fue abriendo más y más hueco hasta dejar muy atrás a San Pedro. Sin embargo, eso no permitió que cundiera la tranquilidad a bordo porque eran conscientes de que las referencias que iban marcando no eran mucho mejores que las que habían dejado escritas Deusto y Getaria en el segundo acto. Por eso ayer no hubo desfile militar en el largo final ni posibilidad de disfrutar sabedores de que nadie les iba a quitar el triunfo. Hubo que disfrutar sufriendo y exprimiendo el motor hasta la última palada porque los tres últimos largos se convirtieron en todo un reto por un incremento del viento que ayudó a reducir las distancias respecto a la segunda tanda de manera rápida. Dio la impresión de que la prueba se le hizo larga a la embarcación trasmerana, que incluso completó el largo final dos segundos más lento que San Pedro. Sin embargo, supo mantener lo ganado y terminar el mes de julio con un bagaje difícilmente mejorable: tres banderas, una cuarta que se quedó a veinte centésimas y, lo que es más interesante para sus intereses, con un colchón de once puntos respecto al tercer clasificado. Las cosas le van bien.

Pedreña se mantiene imbatible
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