Egipto y Jordania han reafirmado su firme postura en contra del desplazamiento forzado de la población palestina hacia sus respectivos países. Este pronunciamiento se produce en medio de la creciente tensión en la región, exacerbada por los continuos ataques aéreos.

El rey jordano, Abdalá II, y el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, se reunieron en El Cairo el jueves para abordar el conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás, así como para analizar los impactos devastadores de este conflicto en sus propias naciones. Ambos líderes expresaron su preocupación por la posibilidad de que la escalada de la violencia pueda cruzar sus fronteras y generar tensiones adicionales en la región.

En la reunión, el rey Abdalá II y el presidente Al Sisi subrayaron su rechazo a la "política de castigo colectivo, asedio, privación de alimentos o traslado forzoso de los hermanos en Gaza". Un comunicado oficial del reino hachemita declaró que "cualquier intento de desplazar a la fuerza a los habitantes palestinos hacia Jordania o Egipto es inaceptable", ya que esto solo aumentaría las tensiones en sus países.

Asimismo, ambos líderes condenaron las intenciones de Israel, que consideran como una "depuración étnica" de los territorios palestinos, lo que pondría en peligro la posibilidad de establecer el Estado de Palestina, largamente reclamado por el pueblo palestino.

En un gesto de solidaridad con la causa palestina, el rey Abdalá II y el presidente Al Sisi reiteraron su apoyo a la creación de un Estado independiente para el pueblo palestino, con fronteras basadas en las de 1986 y Jerusalén Este como su capital.

Además, enfatizaron la "urgencia" de poner fin de inmediato a la guerra en la Franja de Gaza, tomar medidas efectivas para proteger a los civiles y levantar el bloqueo de agua, alimentos y suministros que ha afectado seriamente al enclave palestino y obstaculiza la entrega de ayuda humanitaria a la población.

Ambos líderes advirtieron que la continuidad de la guerra y su ampliación podrían llevar a la región al "abismo", con consecuencias potencialmente desastrosas. En este contexto, condenaron el bombardeo del hospital Al Ahli al Meamadany en el centro de Gaza como un "crimen aborrecible" contra civiles desarmados.

Esta declaración conjunta de Egipto y Jordania refleja la profunda inquietud de estos dos países ante la situación actual en Oriente Medio y su firme compromiso con la búsqueda de una solución pacífica y justa para el conflicto palestino-israelí.