09.05.2024 |
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RACING 1-0 IBIZA

Un hombre en estado de gracia

El Racing de Santander ha ganado en el día de ayer al Ibiza, gracias a un gol de un hombre que se encuentra en estado de gracia 
Los jugadores del Racing tras la victoria celebrando con la afición cántabra. / RRC
Los jugadores del Racing tras la victoria celebrando con la afición cántabra. / RRC
Un hombre en estado de gracia

Ese hombre no es otro que Roko Baturina. El tanto del croata hace soñar con una permanencia que cada vez es más una realidad. Lo difícil que parecía llegar a esa meta al principio de temporada, y lo “fácil” que lo tiene ahora el equipo verdiblanco. Tan lejos y tan cerca, como diciembre y enero. Así es como está el Racing, que desde que José Alberto está en el banquillo parece ser que se encuentra en un verano continuo. El sol de las victorias y los buenos resultados han dado calor a este equipo, que ya tiene en su mano, y muy encarrilada, la salvación en Segunda División. Con los acordes de la Fuente de Cacho y bajo la fría noche santanderina, comenzaba otro partido en Los Campos de Sport de El Sardinero que ha rozado el lleno absoluto. El cartel del ‘sold out’ por poco se cuelga en las taquillas del estadio verdiblanco gracias a la asistencia de 17.066 almas. La parroquia local, consciente de lo que hay en juego, se ha volcado con el equipo para llevarlo en volandas hacia la ansiada salvación. Una nueva final que se juega contra un equipo que no tiene nada que perder, esos partidos son los más peligrosos.

Y es que el Ibiza, con esta derrota en Los Campos, ha certificado ayer su descenso a Primera RFEF ya de forma matemática. Mboula volvía al prado de El Sardinero tras su lesión, y además dentro del once inicial. Una vuelta necesaria, porque el equipo ha echado de menos la frescura y las jugadas del catalán. El 14 de los verdiblancos se descolgó en su mejor momento de números. Otro de los aspectos a señalar de los jugadores que han empezado el encuentro ha sido la titularidad de Ezkieta, sobre la de Parera. José Alberto parece haber abierto un debate que nunca hubo. El mallorquín tras cumplir sanción por su tarjeta roja en Zaragoza no ha vuelto a la portería racinguista, de la que ahora parece ser dueño el navarro. Minuto diez, y un palo. El Racing, con el apoyo de su afición, poco a poco va adelantando líneas y generando peligro en el área rival. Cuatro minutos más tarde, las cosas no van tan bien para el Racing y Germán tiene que abandonar el campo por lesión. En su lugar entra Rubén Alves, el hispanobrasileño vuelve al tapete tras su parón por las molestias en el bíceps femoral. Un contratiempo para el técnico asturiano, porque el zaguero volvió esta semana a los entrenamientos y no tenía previsto que jugase tanto en la noche de ayer.

Continúa tras ello una primera parte, que, de momento, no ha destacado por la brillantez del juego en ninguno de los dos equipos. El Racing ha generado más, pero tampoco ha tenido una oportunidad clara para abrir la lata, salvo el poste de Dani Fernández. Una sensación extraña, ya que el Ibiza literalmente se estaba jugando la vida en su visita a Santander y se esperaba más de ellos, sobre todo José Alberto. Un niño que se ha hecho un hombre en Santander. Golazo de Roko en el minuto 29. Ha nacido un nuevo ídolo en El Sardinero. Tras una falta lanzada por Vicente, el delantero croata controla la bola con el pecho, se la orienta, media vuelta, y de nuevo, Baturina para la afición santanderina.

Rokismo

El cántico de los Picapiedra retumba en el Huerto del Francés. Roko vuelve a meter un gol y amplía así su buena racha de cara a portería. Un motivo más para sentirse cómodo y feliz, tal y como confesaba en la entrevista publicada ayer por esta casa. Pero como la alegría dura poco en casa del pobre, en la siguiente jugada, Rubén Alves cae al suelo y tiene que abandonar el campo en camilla. El sustituto del lesionado se retira también lesionado. Esas cosas son las que tiene el Racing. Entra por Alves Mantilla, que si ya se lesiona sería una escena paranormal. Los verdiblancos, de momento, tienen dos defensas lesionados y un gol a favor. Alegría y llanto por partes iguales. La grada estaba jugando otro partido. El fondo norte comenzaba con un ‘Vamos Racing ale’, y las otras localidades respondían. Ambientazo en El Sardinero, que está viendo como los verdiblancos se acercan cada vez más a la permanencia. ‘Racing, Racing no va a descender...’ entonan los cántabros desde sus respectivos asientos.

Comienza ya la segunda parte en Santander, con la lluvia como protagonista y con un marcador a favor de los locales. Los minutos de la segunda parte dejan la misma fotografía que el arranque de la primera. Un Ibiza sin alma y un Racing que aguanta el balón y el partido. Los ibicencos parece que han viajado a Santander y se han dejado las botas en la isla. Roko, tras un pase de su fiel asistente Íñigo Vicente, lo vuelve a intentar pero esta vez con un tiro mordido que se va fuera. El Racing quiere rematar el partido para asegurarse los tres puntos. El Ibiza, al ver que el tiempo se acaba, hace tímidos ataques en la puerta de Ezkieta pero sin generar mucho peligro.

Desciende el Ibiza

La grada a su rollo, bufandas y banderas se mueven al son del ‘Vamos Racing campeón’. Una preciosa escena, que parece de película. La lluvia cae sobre El Sardinero y la hinchada anima bajo las gotas del norte. Una estampa única, que ejemplifica una pasión inexplicable. Ronda el minuto 74, y Roko provoca un penalti. Como diría aquel, el croata es como el Fairy, porque está en todos los fregados. El delantero de 1,87 metros, controla la pelota, se la recorta de tacón y el defensa le bloquea el paso. Vicente, con el balón en el punto de penalti, se dispone a tirar, pero el árbitro acude a la revisión de VAR. Generalmente, el colegiado suele cambiar de opinión tras un vistazo en la pantalla y, como de costumbre, la tradición sigue su curso. El árbitro anula la pena máxima y el Ibiza puede seguir respirando un poco más. La respuesta del graderío cántabro es cantar ‘cómo no te voy a querer si te vi subir de Segunda B’. A esta afición no hay nada que le haga callar, las injusticias tampoco. El estadio se cae con la salida del Roko Baturina del campo tras ser sustituido. El ya mítico cántico dedicado al croata retumba en El Sardinero, al ritmo de las palmas y con las sonrisas en la boca de los aficionados verdiblancos. Cantabria parece ser que tiene un nuevo ídolo. El delantero no podría haber caído mejor en Santander. La grada le quiere y se lo hace ver. Un amor mutuo, porque luego el killer responde en el campo. Con cinco minutos de añadido se cierra el partido en la noche de ayer. Un gran resultado para el Racing, que ha dado otro paso más para lograr su salvación y mantener la categoría. José Alberto ha vuelto a dar en la tecla y se suma otra victoria en su casillero personal. Un triunfo muy importante, porque condena a un rival a los infiernos y porque el Racing se encuentra en unos puntos de clasificación relativamente tranquilos. ‘Oh, yo te quiero, un sentimiento... No puedo parar’. Ese es el cántico que ha sonado tras el pitido final desde la grada. Comunión absoluta entre la hinchada y los jugadores. La unión hace la fuerza.

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