En una emotiva concentración en la Plaza de la Constitución este domingo, con motivo del Día de la Memoria de las Víctimas de ETA, representantes de víctimas expresaron su rechazo al "blanqueo del terrorismo por mero interés de poder". Afirmaron que esta acción establece un peligroso precedente y causa un daño moral irreparable en la sociedad.

La convocatoria fue realizada por diversas organizaciones como Anvite, Fundación Tomás Caballero, Vecinos de Paz, Pompaelo, Sociedad Civil Navarra, Asociación Cultural Doble12, ¡Libertad ya!, Recuperar Navarra, Ego Non y Asociación por la tolerancia. Entre los asistentes se encontraron líderes políticos como el presidente de UPN, Javier Esparza, y miembros de PPN y Vox.

El evento inició con la lectura de un comunicado a cargo de Luis Álvarez Atarés, nieto de Juan Atarés. Se recordó que en 2015, el Parlamento de Navarra designó el 11 de febrero como el 'Día en memoria de los desplazados forzosos por ETA y de todas sus víctimas de crímenes contra la humanidad'.

Lamentaron que, a diferencia de épocas anteriores, en lugar de esclarecer crímenes impunes, se están cediendo competencias y negociando leyes que buscan enterrar el pasado manchado de sangre. Criticaron la actitud de algunos sectores que desean silenciar a las víctimas y argumentaron que las autoridades actuales han otorgado protagonismo a quienes fueron verdugos.

En el comunicado, se expresó el dolor ante desprecios provenientes de autoridades que deberían velar por la posición de las víctimas en la sociedad. Se rechazó la idea de que las víctimas estén influenciadas por grupos políticos y se afirmó que solo se deben a aquellos cuyas vidas fueron arrebatadas por terroristas y quienes les ampararon y justificaron.

Frente a la pregunta de si deben olvidar crímenes simplemente porque algunos políticos encuentran útiles a quienes justificaron el terror, las víctimas afirmaron que el blanqueo del terrorismo crea un precedente y un daño moral irreparable en la sociedad, especialmente para las generaciones futuras. Concluyeron afirmando que podrán cambiar la ley y manipular el relato, pero nunca lograrán silenciarlas.

Posteriormente, se realizó una ofrenda floral ante el monumento a las víctimas del terrorismo en la Plaza de la Constitución, seguida de un minuto de silencio y la entonación de los himnos de España y Navarra.