En una revelación que ha agitado el panorama político nacional, el presidente Pedro Sánchez ha declarado que fue víctima de guerra judicial, conocida como 'lawfare', durante su período como líder de la oposición. Estas declaraciones se produjeron durante una entrevista con Cadena SER, donde el presidente expuso su experiencia de espionaje y ataques dirigidos por la 'policía patriótica' bajo el gobierno anterior.

Sánchez explicó que los ataques comenzaron en 2014, coincidiendo con su elección como secretario general del PSOE. Según él, estas acciones incluyeron vigilancia y escuchas ilegales, apuntando directamente a su familia y a él, bajo la administración del entonces presidente Mariano Rajoy.

El presidente aseguró que tales prácticas se extinguieron tras su ascenso al poder en 2018. "Cuando llegué a La Moncloa, terminaron esas prácticas", afirmó Sánchez, quien también subrayó su confianza continua en la justicia española, a pesar de las turbulencias pasadas.

La entrevista también abordó unos audios recientemente publicados que involucran al comisario José Manuel Villarejo y a Francisco Martínez, ex alto cargo del Ministerio del Interior. Estas grabaciones discuten supuestas investigaciones sobre los negocios del suegro de Sánchez, lo que él cita como evidencia de los ataques políticos dirigidos.

Reflexiones sobre el Lawfare Actual: Aunque Sánchez fue cauto al comentar sobre el caso reciente que implica a su esposa, Begoña Gómez, sugirió que las tácticas de 'lawfare' podrían estar jugando un papel. "Como presidente del Gobierno, debo ser reservado, pero no ignoro las posibles implicaciones de estas tácticas en la política actual", declaró.

El presidente concluyó con un llamado a la regeneración democrática, esperando marcar un 'punto y aparte' en cómo se maneja la política española. Esta declaración llega en un momento crucial, cuando Sánchez ha reiterado su compromiso de seguir liderando el país a pesar de los desafíos recientes y las críticas intensas por parte de la oposición y algunos sectores de la sociedad.

Esta serie de revelaciones y afirmaciones ha generado un amplio debate sobre la integridad y la transparencia del sistema político español, con Sánchez en el centro de la controversia y la discusión sobre la salud de la democracia en el país.