En una enérgica declaración pronunciada durante su intervención en el Consejo de la Internacional Socialista, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha reiterado su inquebrantable compromiso en la lucha contra la corrupción, enfatizando la premisa de que "el que la hace la paga". Las palabras del líder socialista se convirtieron en un alegato contundente contra la malversación y la falta de integridad en la esfera política.

El presiente socialista ha dicho que "la lucha contra la corrupción ha de ser implacable caiga quien caiga". En este evento de relevancia internacional, celebrado en la sede del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid, Sánchez contextualizó su afirmación al señalar que esta postura ha sido una constante a lo largo de los últimos seis años y anticipó que persistirá en los próximos cuatro. El mandatario hizo especial hincapié en el papel de su gobierno en la preservación de la ejemplaridad como estandarte fundamental, independientemente de filiaciones políticas.

La intervención de Sánchez tomó un giro significativo al referirse a las recientes controversias que han rodeado al ex ministro José Luis Ábalos. La dirección del PSOE ya había dejado entrever la puerta de salida para Ábalos, quien se ve implicado en una presunta trama de cobro de comisiones millonarias relacionadas con la adjudicación de contratos para la compra de mascarillas durante la pandemia del COVID-19. Las revelaciones sobre estas actividades ilícitas condujeron a la detención esta semana de Koldo García Izaguirre, quien fuera la mano derecha de Ábalos en su etapa como titular de la cartera de Transportes.

Pedro Sánchez, sin menoscabo de la gravedad de las acusaciones contra Ábalos, ha elevado la presión sobre el político valenciano para que considere renunciar a su acta de diputado. La declaración del presidente abordó la llegada al poder en 2018 mediante una moción de censura, un proceso que, según Sánchez, respondió a la imperiosa necesidad de poner fin a la corrupción que, según sus palabras, imperaba en el Partido Popular.

En un tono que evoca la dialéctica política, Sánchez comparó la actitud de su gobierno con la administración de Mariano Rajoy, acusándola de obstaculizar la acción de la justicia para dificultar investigaciones que les afectaban. El presidente enfatizó que su gobierno muestra una "colaboración absoluta" con la justicia, destacando un contraste significativo respecto a las prácticas del pasado.

El líder socialista también se refirió al reciente cambio en la dirección del Partido Popular, señalando la salida de Pablo Casado después de denunciar el cobro de comisiones por la compra de mascarillas durante la pandemia. Sánchez resaltó la transparencia de su gobierno y su compromiso con la rendición de cuentas, poniendo de manifiesto la diferencia de enfoque respecto a la respuesta del PP ante situaciones similares.

Cabe destacar que, en este discurso, Pedro Sánchez no mencionó explícitamente la denuncia contra el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por supuestas comisiones en contratos de mascarillas, un caso que se vincula indirectamente a José Luis Ábalos. No obstante, Sánchez omitió la información adicional de que dicha denuncia fue archivada al no apreciarse "trato de favor".

En conclusión, la intervención de Pedro Sánchez en la Internacional Socialista no solo enfatizó su compromiso con la lucha anticorrupción, sino que también sirvió como plataforma para abordar las tensiones internas en el PSOE, así como para comparar la ética gubernamental presente con la de gobiernos pasados y actuales de otros partidos políticos. La presión sobre Ábalos para que renuncie a su acta de diputado se suma a la compleja trama de eventos que han sacudido la esfera política española en las últimas semanas.