En el epicentro de la terminal internacional del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, una situación humanitaria crítica ha sido expuesta por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que denuncia la "inacción absoluta" de entidades como Aena, Cruz Roja y el Ministerio de Asuntos Exteriores. La carencia de respuesta a la inseguridad y falta de higiene que afecta a los inmigrantes provenientes de países africanos, que buscan asilo, ha llevado a la policía a expresar su "vergüenza nacional" ante la situación.

Fuentes del SUP han destacado que la responsabilidad de hacer frente a esta problemática recae principalmente en los agentes de extranjería, quienes se ven abocados a lidiar con el hacinamiento y condiciones insalubres en tres salas de Barajas. La inacción gubernamental, según los informes, se extiende a la ausencia de reclamación de visados de tránsito por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que agrava aún más la crisis.

En las últimas horas, se ha descubierto un segundo butrón en el falso techo de un baño, aunque no se ha confirmado que haya sido utilizado por inmigrantes para escapar. Desde diciembre, el SUP ha documentado al menos 26 fugas, algunas mediante butrones y otras tras la rotura de ventanas. Esta situación ha llevado a los sindicatos policiales a cuestionar la seguridad operacional de Barajas, con inmigrantes que, en ocasiones, transitan por las pistas, poniendo en peligro la integridad tanto de ellos como de la operatividad del aeropuerto.

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, se reunió recientemente con la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, instando a mejorar las condiciones para los solicitantes de asilo. En diciembre, tres jueces ya habían enviado requerimientos para abordar la situación de los migrantes. En este contexto, el SUP ha enviado un escrito al Defensor del Pueblo, alertándolo sobre la "situación crítica" en la que se encuentran los inmigrantes.

En una perspectiva más amplia, la Confederación Española de Policía (CEP) ha señalado la "incapacidad" de los mandos del puesto fronterizo en Barajas para gestionar eficazmente la crisis humanitaria. Ambas organizaciones recalcan la gravedad de las fugas y las acciones que "ponen en riesgo la seguridad operacional" del aeropuerto.

Los requerimientos del SUP no se limitan solo a las autoridades nacionales, sino que también se extienden a la Cruz Roja, solicitando que asuma la responsabilidad de proporcionar asistencia social a los asilados. Este llamado incluye la urgencia de garantizar la limpieza de las áreas ocupadas y la implementación de medidas de desinfección para prevenir la propagación de enfermedades.

En conclusión, la crisis humanitaria en Barajas se agrava, con un panorama en el que la seguridad operacional y la dignidad de los solicitantes de asilo están en entredicho. La falta de coordinación y acción por parte de diversas entidades ha llevado a un llamado urgente por soluciones concretas y medidas que aborden integralmente esta compleja realidad. La incertidumbre persiste mientras la comunidad policial y organismos defensores de derechos buscan respuestas y acciones inmediatas para mitigar esta emergencia.