Las investigaciones en torno a Koldo García Izaguirre, asesor clave del exministro José Luis Ábalos y figura prominente dentro del PSOE, han destapado una serie de hechos que ponen en duda la integridad de ciertos sectores del partido. Según informaciones recientes de El Debate, no se ha determinado aún la cantidad exacta que García pudo haber obtenido mediante "mordidas" a cambio de adjudicar contratos públicos millonarios de forma directa a sus socios empresariales. Sin embargo, su considerable patrimonio sugiere la magnitud de las operaciones, según desvela El Debate.

La documentación oficial revela que, además de enriquecerse presuntamente por medio de comisiones millonarias durante la pandemia, especialmente por la venta de mascarillas, García también recibió una retribución pública de más de 200.000 euros como asesor del Gobierno del PSOE. Estos ingresos se distribuyeron a lo largo de su estancia en el cargo, desde el 13 de junio de 2018 hasta el 11 de julio de 2021, alcanzando cifras anuales que oscilan entre los 35.178,54 euros y los 67.668,64 euros.

Koldo García ocupó un puesto de asesor en el Gabinete del Ministerio de Fomento y, posteriormente, en el de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, siempre bajo la tutela de Ábalos. Este cargo le permitió obtener un complemento salarial correspondiente a un nivel 30, el más alto posible en la administración. Su nombramiento inicial y los sucesivos ceses y reasignaciones a lo largo de los años reflejan su influencia y posición privilegiada dentro del PSOE.

Su cese el 11 de julio de 2021, justo un día después de una significativa remodelación del Gobierno por parte de Sánchez, ha levantado sospechas sobre el motivo real detrás de la salida de Ábalos del ejecutivo, quien hasta entonces había sido considerado uno de los "hombres fuertes" del presidente.

Los escándalos que han rodeado a Ábalos durante su mandato, como el Delcygate y el rescate de la aerolínea Plus Ultra, han contribuido a cuestionar las prácticas del Gobierno. Estos hechos, unidos a las revelaciones sobre García, apuntan a una trama de corrupción y favoritismos que exige una investigación exhaustiva.

La situación se complica aún más con el llamado de Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, para reabrir el caso Delcy, argumentando una posible conexión entre los negocios turbios de García y otros episodios controvertidos vinculados al PSOE. La trama de García, que ahora sale a la luz, amenaza con profundizar las fisuras dentro del partido y entre la opinión pública, poniendo en evidencia la necesidad urgente de transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública.