El ex presidente del Gobierno y presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José María Aznar, ha arremetido contra el actual presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, acusándolo de suplantar el contenido institucional de la Presidencia del Gobierno por una "comedia de caudillismo lacrimógena". Durante la clausura del ciclo 'Estado de derecho y promoción de la democracia', organizado por FAES, Aznar expresó su preocupación por lo que considera una deriva preocupante en la política nacional.

"Hemos visto vaciarse la presidencia del Gobierno de contenido institucional para ser suplantada por una comedia de caudillismo lacrimógena", declaró Aznar, subrayando la preocupación por lo que considera un cambio en la esencia misma del liderazgo político en España. Además, hizo hincapié en la manera en que Sánchez ha llevado a cabo su gestión en los últimos días, describiéndola como un acto que ha hecho "rehén a la opinión pública" y la ha sometido a "un chantaje a plazo".

Aznar no escatimó en críticas hacia el presidente actual, señalando que se han magnificado situaciones ordinarias para crear una atmósfera de crisis sistémica, lo cual, según él, ha llevado a "acusaciones intolerables contra medios de comunicación". Todo esto, según sus palabras, apunta hacia la "real" motivación detrás de los anuncios de Sánchez: crear la percepción de "una España materialmente ingobernable".

En su discurso, Aznar hizo hincapié en el clima de volatilidad que, en su opinión, se ha instaurado en el país, donde los liderazgos populistas ganan terreno y se cuestionan los principios del Estado de derecho. También criticó la actitud del gobierno actual hacia los contrapesos del Estado, que según él, "no están de moda".

En referencia al anuncio realizado por Sánchez, Aznar lo comparó con el estilo del populismo peronista, señalando elementos como el "patetismo sentimental" y la "apelación directa a la ciudadanía al margen de cualquier conducto institucional". Además, destacó la construcción de un enemigo odioso y la amenaza hacia los contrapoderes del Estado.

En cuanto a la dinámica política instaurada por el sanchismo, Aznar la describió como una estrategia de "bloques" que ha dividido al país, alejándose de los principios de la Transición. Afirmó que esta estrategia, lejos de fortalecer la democracia, la debilita y amenaza la convivencia democrática en España.