La historia empezó en Noja el pasado cinco de marzo. A partir de ahí, todo ha ido rodado. Lucía Ruiz se enfundó ese día el maillot de líder tras ganar con solvencia en casa, repitió quince días después y sumó ya tal ventaja en la clasificación que, a partir de ahí, la bastó con administrarla y mantener una regularidad constante. Su superioridad ha sido tal que incluso llegó al último fin de semana del calendario, que, para colmo, contaba con dos pruebas, con el título en su poder, así que el domingo, por mucho que la carrera se convirtiera en una sucesión de calamidades para ella y para sus compañeras de equipo, acabó subiéndose al podium como flamante ganadora de la Copa de España.

La corredora de Riaño, que se estrenaba este año en categoría élite - sub 23, ha acumulado un total de 324 puntos mientras que Susana Pérez, del Cantabria Deporte - Río Miera, ha sido segunda con 276. El dominio cántabro, por lo tanto, ha estado ahí. También la superioridad de Lucía Ruiz, que ha visto cómo su hermana Laura acababa en séptima plaza con 128 puntos. Ambas han pasado página con la agradable sensación del trabajo bien hecho y ya piensan en el Campeonato de España que se celebrará el próximo fin de semana en El Escorial. Esto no para. Menos aún, a estas fechas del año.

El último fin de semana de la Copa España constaba de dos carreras a orillas del Mediterráneo convertidas en una trampa en forma de calor asfixiante. Fue éste el mayor enemigo de las corredoras. El sábado las tocó cabalgar en Murcia y el domingo en Sueca, provincia de Valencia. La cántabra decidió saltarse la primera de las citas para centrarse en la segunda sabedora de que su victoria final en la Copa España resultaba ya definitiva después de las primeras seis fechas del calendario. En estas, Lucía Ruiz había sumado 310 puntos y su principal amenaza, Susana Pérez, 181. Por lo tanto, ni siquiera ganando esta última las dos carreras que quedaban y quedándose la corredora de Riaño sin sumar podía arrebatarle el que, en la práctica, fue el primer gran objetivo del año para ésta.

Aún así, en la prueba murciana lo intentó Susana Pérez con una escapada que no terminó de fructificar, por lo que hubo una llegada al esprint en el que, aún así, se hizo con el segundo puesto. La victoria fue para Usoa Ostolaza comenzando así un gran fin de semana para el Laboral Kutxa, ya que se llevó también el triunfo en la carrera dominical, en la que sí estaban ya las hermanas Ruiz y su equipo.

Lucía celebraba su cumpleaños y lo hizo subiéndose al podium a pesar de no disfrutar del mejor de sus días. Acabó en décimo sexta posición al sufrir varios percances técnicos que la impidieron estar en la pelea por la victoria, lo que se la resiste desde la segunda jornada celebrada en Beasain, donde ganó como lo había hecho en la prueba inaugural en Noja después de carreras que salieron perfectas para sus intereses. En el ‘sterrato’ de Sueca, en cambio, todo se torció desde el principio.

Reconoce la ciclista cántabra que la tercera edición de la Clássica de l’Arros resultó “un poco complicada” porque en el primer paso por el ‘sterrato’ pinchó, tuvo que aguantar hasta el paso por el punto de salida para cambiar de bici con la desgracia de que, en la segunda vuelta, pasó “más de lo mismo”. “Hubo que llegar hasta meta con la rueda pinchada y ahí se nos han ido las opciones porque el Laboral Kutxa llevaba a seis o siete corredoras por delante, a todo el equipo prácticamente, y se ha hecho bastante difícil”, asume. Se les escapó el vagón delantero y, a partir de ahí, sólo quedó no perder demasiado y llegar lo mejor posible para sumar más puntos al saco.

Al volver de territorio valenciano, la frustración de esa jornada final se mezclaba con la alegría de haber consumado la victoria en la Copa. “Nosotras sabíamos que la habíamos ganado y eso nos ayudó bastante a gestionar esos últimos kilómetros”, apunta Lucía Ruiz, que se queda con el buen sabor de boca que deja haber subido a lo más alto del podium. “Al final, hemos conseguido el objetivo que nos habíamos planteado”, se felicita. Echando la mirada atrás, recuerda que comenzaron “muy bien, con dos victorias consecutivas” que, a partir de ahí, han sabido gestionar: “Nos hemos mantenido bastante regulares, que es lo que nos ha permitido ganar esto y ahora estamos pensando ya en el objetivo del fin de semana que viene”, advierte.

Dicho objetivo no es menor, es algo muy grande porque se trata del Campeonato de España, al que la ciclista cántabra acudirá con la vitola de campeona en la Copa de España, lo que ya concede un cierto caché. Será en la Comunidad de Madrid, algo que no sucedía desde hace veinte años. Comenzará el viernes con las contrarrelojes y culminará el domingo con la carrera en línea sobre un circuito que se podría amoldar bien a las aptitudes de Lucía Ruiz.

En concreto, el recorrido planteado por los organizadores propone una combinación de dos diferentes bucles en torno a San Lorenzo de El Escorial, siendo el segundo de ellos el más exigente, puesto que en su diseño incluye el paso por el Alto de la Cruz Verde. Las mujeres élite - sub 23 deberán superarlo en una ocasión mientras que los hombres lo harán en dos ocasiones. En lo que coincidirán todas las carreras es un tramo final que los que lo han ideado definen como “absolutamente espectacular”. Y es que, los y las ciclistas recorrerán el afamado tramo ascendente del Bosque de la Herrería, que es una zona protegida por Patrimonio Nacional y que llevará a los deportistas hacia La Lonja del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, donde se instalará la línea de meta y que ofrecerá una inmejorable estampa para coronar a los nuevos campeones de España. Todos ellos tendrán el privilegio de vestir el maillot de campeón o campeona durante todo un año. Las cántabras, cómo no, buscarán protagonismo.