El ex presidente uruguayo, Pepe Mujica, figura en la izquierda latinoamericana, ha decidido distanciarse del bloque que respalda la revolución bolivariana. Su deserción se fundamenta en fuertes críticas hacia la reciente ofensiva de Nicolás Maduro contra la oposición y la sociedad civil en Venezuela, calificando al gobierno venezolano como autoritario, incluso llegando a mencionar la palabra «dictador». 

«El de Venezuela es un gobierno autoritario, se le puede llamar dictador... Llámenlo como quieran», subrayó el ex mandatario con su habitual estilo y después de dar unas cuantas vueltas históricas. Las palabras de Mujica, 

quien anteriormente fuera un aliado cercano de Hugo Chávez, coinciden con la condena regional ante los últimos acontecimientos en Venezuela. 

Varios países, entre ellos Uruguay, Argentina, Ecuador, Costa Rica, Paraguay y Guatemala, han emitido un comunicado conjunto expresando su preocupación por el encarcelamiento de la activista Rocío San Miguel, el cierre de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Caracas, y la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado. 

Tensiones con UrUGUAy. 

Además, Estados Unidos y Canadá se unieron a la llamada internacional para el respeto pleno de los 

derechos humanos en Venezuela. El gobierno de Luis Lacalle Pou retiró a su embajador en Caracas, afirmando que Venezuela vive bajo una dictadura, lo que provocó una fuerte respuesta de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien tachó al presidente uruguayo de «lacayo del imperio». 

Las críticas de Mujica a las declaraciones de Rodríguez no se hicieron esperar, calificándolas como una respuesta desproporcionada y cuestionando la forma en que se abordan las relaciones diplomáticas entre países. 

El panorama internacional se torna cada vez más tenso ante la situación en Venezuela, con diversos líderes expresando su descontento y preocupación por las acciones del gobierno de Maduro.