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El Barroquista: Hay mucho arte de calidad fuera de Velázquez, Goya y Picasso

Jose Oliva

El Barroquista: Hay mucho arte de calidad fuera de Velázquez, Goya y Picasso

Jose Oliva

Barcelona, 6 feb (EFE).- "No pasa nada si no te gustan Las Meninas", afirma Miguel Ángel Cajigal, 'El Barroquista', en su libro "Otra historia del arte", en el que pone de manifiesto que "hay mucho arte de altísima calidad que no figura en los grandes museos, más allá de los canónicos Velázquez, Goya o Picasso".

Que el arte español se sustente en el tridente Velázquez, Goya y Picasso es para Cajigal "el resultado de las políticas museísticas, que luego se reflejan en programas educativos y formativos", ha dicho en una entrevista con EFE.

Denuncia que en el Museo del Prado "no hay prácticamente nada entre Velázquez y Goya, pero en esa época hay mucho arte español extraordinario, e igualmente entre Goya y Picasso hay una lista enorme de grandes artistas muy oscurecidos, como Vicente López, Rosario Weiss, Rafael Tegeo o Antonio Gisbert".

Si al público se le educa en una historia del arte de los grandes nombres, las obras maestras y los genios intocables, advierte, al final eso será lo que reproduzca.

En España, lamenta el autor, la formación artística está relegada, se tiende a restarle importancia, "un error, no ya por el interés del arte como documento, sino porque el arte es una de las actividades más importantes del ser humano y poder relacionarnos mejor con él es algo más útil de lo que parece".

Debería "desterrarse" la idea de que sólo los "entendidos" pueden hablar de arte, y "todas las personas deben poder hablar de él, como lo hacen con el fútbol sin necesidad de ser profesionales del deporte. El arte es para todos, no solo para esnobs; es para los curiosos, los jóvenes, los más mayores, los que sienten placer ante la belleza o curiosidad por lo extravagante", resume El Barroquista, su seudónimo en las redes sociales.

En "Otra historia del arte" (Ediciones B), El Barroquista reflexiona sobre el canon occidental, en el que "abundan los artistas europeos o, como mucho, blancos, con una mayoría aplastante de hombres, y no porque no hubiese mujeres, sino porque los investigados y divulgados eran casi siempre hombres".

El autor transmite al lector la idea de que "el canon es un producto construido, que no brota de la tierra como un árbol, sino que ha sido creado y difundido por personas e instituciones, de manera colectiva, así que incorpora los sesgos de esas personas y de las sociedades en las que han vivido".

Desde que hace medio siglo Linda Nochlin marcara el punto de partida de la perspectiva de género en el estudio del arte "se ha avanzado más bien poquito y no hay muchas excusas sólidas para este retraso", señala.

La "valiente" exposición "Invitadas" del Prado tuvo "el doble mérito no solo de recordar a mujeres artistas que estaban ahí y se las había relegado, sino de explicar cómo el sistema del arte español del siglo XIX manipuló la imagen de las mujeres a través del arte para ofrecer modelos que debían de ser seguidos y señalar aquellos modelos de feminidad a proscribir".

Reconoce Cajigal que aquella exposición en el Prado fue "un avance que ningún país occidental ha vivido todavía" y, de hecho, en las mismas fechas la National Gallery de Londres invitaba a un integrante de Monty Python a "contar clichés sobre la violación que sufrió Artemisia Gentileschi, como si eso fuese aplicar la perspectiva de género".

Una de las revelaciones del libro es que en el Prado hay arte creado en las antiguas colonias que prácticamente no se ha expuesto y que olvida que "España fue transcontinental".

Y añade Cajigal: "La influencia cultural entre la España europea y la España americana fue muy intensa durante siglos y olvidar esa importancia es un error", y aunque el pasado colonial europeo es algo sobre lo que queda mucho por trabajar, también se debe tener en cuenta que "las grandes unidades culturales de la Edad Moderna incluían personas, lenguas y manifestaciones no europeas".

El ensayo abre asimismo las puertas al museo particular del autor, en el que figuran historias y obras personalísimas, como las de Maurizio Cattelan, Teresa Margolles, Piero Manzoni o Fiona Banner, junto a piezas muy reconocidas de Guo Xi, Frida Kahlo o Artemisia Gentileschi. EFE.

jo/hm

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