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Pilar Cernuda
17:30
27/12/22

Sánchez se adelanta a los Reyes Magos

Sánchez se adelanta a los Reyes Magos

Bienvenidos sean los Reyes Magos, bienvenidos siempre. No se puede hacer desprecio a los regalos, aunque vengan de la mano de un  benefactor  supuestamente muy generoso  que en realidad oculta importantes intereses propios. Aún así, la lluvia de dádivas se agradece, sobre todo cuando millones de familias españolas se encuentran en una situación límite y sin esperanza de mejora a corto plazo.

Agradecimiento por tanto a  Pedro Sánchez, pero las cosas se podían hacer mucho mejor. Por ejemplo, los españoles se habrían sentido más cercanos a su presidente de gobierno si las medidas se hubieran aprobado hace meses, no ahora cuando se inicia un periodo electoral complicado para el candidato socialista.   Entonces sí habría demostrado que es efectivamente un jefe de gobierno sensible a los problemas de los ciudadanos,  en vez de reaccionar solo cuando tenían el agua está  tan cerca del cuello que les faltaba poco para morir ahogados por la falta de fondos para hacer frente a los pagos más acuciantes,   acceder a productos de primera necesidad  de los que se han visto obligados a prescindir, encender la calefacción, darse de vez en cuando una ducha caliente  o no suplicar  en los colegios que mantuvieran el comedor de sus hijos  aunque en estos momentos no dispongan  de medios para ponerse al día en los pagos.

Gracias a las medidas anunciada por Sánchez se paliarán algunos de esos problemas, pero no desaparecen otros. Y sobre todo no desaparece un enemigo mortal de quienes aspiran a algún tipo de ayuda: la burocracia, nunca suficientemente mencionada como el fracaso absoluto de este gobierno. Se defiende el ministerio de Escrivá diciendo que carece de personal y de medios, pero después de tres años de gobierno, ya está bien de quejas. Que espabile. Hay gestiones imposibles de cumplir porque no se dan citas, y cuando no se consiguen los documentos que exige la Administración para acceder a las ayudas gubernamentales,  la desesperación es insoportable. Ha ocurrido ya con subvenciones anunciadas a bombo y platillo y puede ocurrir ahora si Sánchez no lo remedia.

El presidente va a repartir miles de millones de euros. Bien, pero es necesario  garantizar el control de esos euros y que  lleguen a  donde deben llegar, y  para eso hace falta  una infraestructura hoy inexistente. Sería importante también que determinadas partidas no se generalizaran, porque no todas las familias se encuentran en las mismas condiciones. La igualdad no siempre es justa. No hace falta tener una cabeza especialmente brillante  para encontrar fórmulas selectivas, desde rebajar el  iva en productos básicos como se anuncia ahora y pedía Feijóo, a promover  iniciativas fiscales con desgravaciones muy concretas para los colectivos más perjudicados por la crisis, y medidas específicas para los alquileres y el transporte, como suplicaban  quienes de verdad conocen las dificultades que hoy afrontan millones de ciudadanos.

Solo cabe alegrarse por la dadivosidad del rey Sánchez. Pero su figura se engrandecería si no fuera tan obvio que estamos ante una desesperada compra de votos.

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