Veinte años de la mayor tragedia sufrida por la España democrática, veinte años del atentado que causó  casi 200 muertos en  un brutal atentado yihadista.  

Veinte años también desde que José Luis Rodríguez Zapatero ganó la presidencia del gobierno español,  triunfo directamente relacionado con la pésima gestión que hizo el gobierno Aznar cuando durante días se empeñó en decir que era obra de ETA cuando media España sabía ya que era obra de  los yihadistas.   Los socialistas aseguran que sus sondeos ya auguraban los triunfo, pero no  es cierto: dos días del atentado el propio ZP decía eufórico a esta periodista que  había alcanzado  su objetivo. ¿Ganar las elecciones? pregunté incrédula: No. Los datos que manejaba Ferraz  afirmaban que se cumplía lo que buscaban: Rajoy no alcanzaría  la mayoría absoluta.

Mucho ha llovido desde entonces. Zapatero se mantuvo casi dos legislaturas  en Moncloa, con  un éxito social innegable, el matrimonio homosexual, pero  fue un desastre en lo económico y además dio  alas al independentismo, con las consecuencias tan conocidas. Los suyos lo adjudican el fin de ETA, pero fue el resultado del trabajo impagable de los cuerpos de seguridad del Estado y de la Justicia, como saben los directamente implicados en la lucha antiterrorista.

Zapatero vivió años de ostracismo hasta que puso el ojo en Latinoamérica, concretamente en Venezuela. Hoy presumen sus defensores de que se ha convertido en un referente importante de la UE para todo lo relacionado con Venezuela y LA,  y es también un referente para China, que considera a Latinoamérica  un territorio clave para ampliar su influencia china en el mundo … y hacer negocio.

Zapatero ha mediado para Nicolás Maduro en varios escenarios,  y  Estados Unidos reconoce que la mejor manera de llegar a las alturas en Caracas a es a través del ex presidente español. No lo hace gratis et amore, evidentemente, la rumorología se hace eco  sobre cómo afectan  esas operaciones a su cuenta corriente. Ha incrementado su influencia al formar parte de los fundadores del  Grupo de Puebla, que engloba a una treintena de dirigentes políticos de la izquierda radical latinoamericana, más España y Portugal. Con ZP,  Maduro, Lula, Boric y López Obrador como máximas fiuras. 

Sería interesante una entrevista a tumba abierta con Zapatero sobre el  polémico viaje de Delcy Rodríguez a España y que contenían sus famosas maletas, porque sabe todo sobre Maduro y su círculo. Y seguro que sabe también  todo lo relacionado con las gestiones de Globalia y Aldama para cobrar la deuda que tenían con  Venezuela, asuntos relevantes del  caso Koldo, además de las compras de mascarillas.

Pedro Sánchez tomó nota hace tiempo de las excelentes relaciones internacionales de ZP. Se  han convertido en inseparables y lo tiene como interlocutor entre  Moncloa y Waterloo. 

Se dice que quiere  encabezar la lista  del Psoe en las elecciones Europas. Difícil creerlo:  tendría un buen salario como eurodiputado, pero se le acabaría su relevante papel entre los mandatarios latinoamericanos …  y los ingresos que generan.