Voto por correo: ​La alerta de Feijóo es lógica

Una persona con un ticket de voto por correo en la oficina de Correos de Cibeles, a 1 de junio de 2023, en Madrid (España). La solicitud de voto por correo puede realizarse en todas las oficinas de Correos de España. Jesús Hellín / Europa Press

Feijóo ha dado la voz de alarma y la reacción del Psoe y del propio presidente ha sido acusarle de embarrar la campaña y sugerir un posible pucherazo, lo que Feijóo no ha dicho, ni siquiera insinuado, en ningún momento. Se ha limitado a expresar su preocupación porque quedan más de un millón de votos por correo por tramitar, y los propios sindicatos de correos, CC.OO. y UGT, han expresado sus dudas de que se cuenten con los medios necesarios para llegar a tiempo.

Se le ha preguntado a Feijóo sobre una posible impugnación, y su respuesta ha sido clara: no quiere ni pensar en ello, sería un escándalo, un descrédito para el gobierno. Lo que espera es que los dirigentes de Correos estén a la altura y tomen las medidas necesarias para que los votos por correo lleguen en tiempo y hora. Y si hay dificultades que pagar horas extraordinarias al personal, él está dispuesto a hacerlo si espresidente del gobierno.

​Desde el día que se conoció la fecha de las elecciones se puso el acento en que el voto por correo se iba a incrementar hasta un número nunca visto, y el propio presidente Juan Manuel Serrano aseguró que se contrataría a la gente necesaria para cumplir con la responsabilidad de tan importante empresa. Se mencionó incluso  la contratación de 20 mil personas para alcanzar así el objetivo<

​La alerta de Feijóo es lógica, lo inexplicable sería que se quedara callado ante las señales de alerta de los sindicatos, y de multitud de ciudadanos que confiesan su inquietud al ver que no les han llegado las papeletas. Como son multitud también los ciudadanos que confiesan que no han tenido ningún problema para ejercer su derecho al voto. Pero falta una semana para el 23-J y se comprende que el líder de la oposición ponga el acento en algo tan serio como que queda todavía un millón de votos por tramitar, y eso que los trabajadores se han empeñado a fondo, porque de momento han cursado más de millón y medio de votos.

​Feijóo fue presidente de Correos durante tres años, la conoce bien  aunque ha cambiado mucho tecnológicamente el método de trabajo, que el inició y que obligó a una reestructuración de personal que acordó con los sindicatos. Porque la conoce, no duda que los trabajadores han cumplido con lo que se esperaba de ellos. Lo fácil, lo irresponsable por parte del líder de la oposición, habría sido cruzarse de brazos cuando el voto por correo va a ser decisivo en las próximas elecciones, que nunca se habían celebrado en plenas vacaciones de verano.  Dar un toque para que  nadie se quede sin votar, es obligado. Lo que no vale es llorar sobre la lecha derramada sin haber impedido ese derrame pudiendo haberlo hecho.

Por no mencionar que determinados toques provocan que se dé un último y definitivo empujón a problemas no resueltos.