18.04.2024 |
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OTAN, de Entrada, NO, y luego SÍ

Presión en el 85 a los americanos y a La Unión Europea, de Felipe González, para finalizar 6 años de negociación de entrada en Europa, obstaculizada por los franceses.

Rueda de prensa del secretario general del PSOE, Felipe González, para explicar la postura de su partido contra el ingreso de España en la OTAN (1981). M. H. DE LEON
Rueda de prensa del secretario general del PSOE, Felipe González, para explicar la postura de su partido contra el ingreso de España en la OTAN (1981). M. H. DE LEON
OTAN, de Entrada, NO, y luego SÍ

Corría principios del 86, y mis últimos meses como Secretario de Formación de la Comisión Ejecutiva Confederal de la UGT, durante 6 años. Después de 10 de años de ejercicio como ingeniero en Construcciones Aeronáuticas (hoy, Airbus Military), y luego hasta el año 80 en Técnicas Reunidas, ya entonces, la Ingeniería más grande de España, en la que dedicábamos nuestro esfuerzo a poner en pie las Centrales Nucleares de Almaraz, Valdecaballeros, Cofrentes y Trillo.

Por aquella época, los de UGT allí, habíamos ganado las primeras elecciones sindicales, después de años de funcionamiento del sindicato vertical que entonces se extinguió, y que e CC.OO. había utilizado desde dentro. Discrepábamos sobre la entonces elaboración del primer Estatuto de los Trabajadores, pero trabajamos al unísono en poner en marcha el primer Convenio Colectivo de las Ingenierías y Oficinas Técnicas, con una mayor flexibilidad para salir a competir al Extranjero, permitiendo a España ostentar un puesto de honor en ese campo, como ayuda imprescindible para nuestras Empresas Constructoras.

Había entrado en el PSOE y la UGT, quince días después del famosísimo Congreso de Suresnes del 74, que hizo a Felipe González Secretario General del Partido. Después que conocimos de su propia voz sus planes y sus convicciones para el inminente Proceso de Transición hacia la Democracia, como otros muchos universitarios que queríamos para España ser como el resto de los europeos occidentales, con libertades democráticas, y que luchamos codo con codo por democratizar los Colegios Profesionales, el Sindicato Vertical, etc. con los que se habían afiliado al PCE, entonces mucho mejor organizado, pero sabiendo que teníamos muchas diferencias, sabiendo lo que había ocurrido en Hungria en 1956 y en Praga en 1968, por mucho desmarque que pretendiera entonces Santiago Carrillo, amigo íntimo de Ceaucescu, y las pocas noticias que nos llegaban de la implacable dictadura rumana.

Nuestra visión de las reformas urgentes que necesitaba España era bien diferente. Cuando el Primer Ministro de Trabajo de Felipe Gonzalez planteó la necesidad imperiosa de salvar la quiebra de la Seguridad Social. Entonces, el cálculo de la pensión se realizaba con las cotizaciones de los dos últimos años de la vida laboral, y ¾ de los trabajadores se ponían de acuerdo con sus patronos, para en ese periodo multiplicar por mucho su futura pensión. Conclusión, la Seguridad Social quebraría rotundamente.

CC.OO. convocó la primera huelga general y nosotros, los de UGT, pactamos con el entonces Ministro Almunia un calendario de incremento progresivo de los años de cotización que había que realizar para el cálculo de la pensión. Años después, muchos comunistas, que se habían afiliado posteriormente al PSOE, nos reconocían con toda sinceridad, que una decisión tan valiente entonces, había sido la salvación y supervivencia de aquella Seguridad Social tan mal ordenada, que mezclaba sin rubor Asistencia Sanitaria y Pensiones.

La Conferencia de Yalta, llamada de los «Tres Grandes», reunió, al primer ministro británico Churchill, al presidente estadounidense Roosevelt y al líder soviético Stalin, a finales de la Segunda Guerra Mundial. Orillas del mar Negro, Crimea febrero 1945. Coordinar los planes de guerra de los aliados, en momento que operaciones contra potencias del Eje  entraron en etapa decisiva. También se buscaba llegar a un acuerdo sobre el futuro político de una Europa prácticamente ya liberada de la dominación nazi. Nada se decidió en ella sobre cual iban a ser las características políticas de los Países del Este liberados. Comunismo Soviético o Democracia Liberal. Los muchos millones de muertos de una guerra tan cruel, no se merecían que las potencias triunfadoras impusieran un régimen político en contra de su voluntad.

Solicitud de adhesión española a La Comunidad Económica Europea. Durante la transición política se realizó una nueva solicitud, presidida por Suárez,  en julio 1977. Decisión política para fortalecer a las incipientes democracias de Grecia, Portugal y España, con importantes dificultades dado el menor desarrollo de estos Estados del Sur. La CEE pasaría a 329 millones de habitantes, conllevando cambios de calado.

Ratificó los Pactos Internacionales de Derechos Civiles, Económicos y Culturales de la ONU.

Ingresó en el Consejo de Europa, firmó el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, la Carta Social Europea.

Gobierno de UCD. Ninguno de los Estados Fundadores Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y Países Bajos se opuso a la ampliación, tampoco los incorporados en 1973, Dinamarca, Irlanda y Reino Unido. Pero las negociaciones se prolongaron durante más de seis años, hasta marzo de 1985. Las de Grecia finalizaron mucho antes, en 1979.

Se inició en el 79, por Calvo-Sotelo, ministro Relaciones con las Comunidades Europeas, y Marcelino Oreja, de Asuntos Exteriores.​ La Comunidad en profundo proceso transformador, al mismo tiempo que en España las fuerzas políticas trataban de reformar el sistema político para conseguir un Régimen Democrático.​ Existía unanimidad para el ingreso en la CEE, que no ocurría en la relación con EE. UU. y el ingreso en la OTAN. ​

En la negociación económica, la producción agrícola española suponía incrementar un tercio la producción Comunitaria, que competía con la producción de Francia e Italia. Existían reticencias, sobre todo, por el Presidente Francés Giscard d'Estaing  y luego por Mitterand. Nuestro sector industrial, con décadas de proteccionismo, dado su peso en el PIB y en el empleo era clave. El avance estaba condicionado a la resolución de los problemas internos de la Comunidad, resaltó reiteradamente el Presidente Francés en 1980. Tras el intento de Golpe de Estado en España de 1981, el Parlamento Europeo solicitó una aceleración de la adhesión para estabilizar la incipiente democracia.​

En marzo 1981 Calvo-Sotelo sucedió a Adolfo Suárez. La política exterior, quedó centrada en la adhesión de España a la OTAN, dividiendo radicalmente a las fuerzas políticas españolas. El Parlamento Europeo se reafirma en la dimensión política del proceso de ampliación, y recomienda la adopción de la fecha del primero de enero de 1984 para la adhesión de España y Portugal.

Gobierno PSOE. Tras las elecciones de octubre 1982 el PSOE, con mayoría absoluta, tomó las riendas. A partir de entonces las negociaciones estuvieron en manos del Presidente Felipe González, con Fernando Morán en Exteriores y Manuel Marín en Relaciones con la CEE. Supuso una mejor sintonía con Francia y su Presidente Mitterand.

El Banco Europeo de Inversiones concedió importantes préstamos para facilitar adaptación, pero fue sucesivamente postergada por los estados miembros, especialmente por Francia, que ante la competencia de los productos españoles, presionaron para revisar la Política Agrícola Común (PAC). La negociación de adhesión coincidió en el tiempo con la dura Reconversión Industrial de los sectores siderúrgico, naval, bienes de equipo, etc.

A nadie puede extrañar , que Felipe González y el PSOE, esgrimieran en la campaña electoral del 82 el slogan, de gran ambigüedad, OTAN, DE ENTRADA, NO, pero de gran fortaleza negociadora, exigiendo además un Referendum, vistas las enormes dificultades ejercidas durante más de 6 años por los franceses para nuestra adhesión y la movilización en Francia por los agricultores contra nuestros camiones para la exportación, sin una actitud firme del Gobierno francés para hacer cumplir el principio de libertad de comercio. Fue un slogan muy inteligente y con un importante sobreentendido para todo el resto de los europeos sobre los riesgos de que fracasara nuestra integración tanto en la CEE, como en la OTAN, como en EUROPA, después de una Transición Modélica y la deuda que Europa y EE.UU. tenían con nosotros, por haberse inhibido, al final de la Segunda Guerra Mundial, en la reinstauración de la Democracia en nuestra Nación, fuente en gran parte, de un antiamericanismo muy importante.

No existían entonces muchas vinculaciones entre organizaciones españolas y europeas. Una de ellas, histórica, era la de UGT con la Confederación Europea de Sindicatos, no así la de CC.OO. que llegó mucho más tarde, consecuencia de sus orígenes comunistas. Otra, era la del mundo científico de La Agencia Europea del Espacio con España, que me permitió conseguir una beca para estudiar un Master en Ingeniería en la mejor escuela de esa especialidad en el Reino Unido y dominar el inglés, que me facilitó ser el interlocutor de la UGT en temas de política industrial y nuevas tecnologías, en que Reconversión Industrial y pérdida de empleo, nos exigía gran esfuerzo en Formación Profesional.

Para nosotros en España, y más en el mundo sindical, por lo menos en la UGT, con un importante flujo de capital inversor proveniente del mundo occidental, apoyado por las perspectivas de nuestro potencial de crecimiento, (llegada de Ford, General Motors, VW, en el sector del automóvil) era la única esperanza por los efectos destructivos de empleo que había significado la Reconversión Industrial .

Corcuera, Matilde Fernández en el sector quimico, Antonio Puerta en el Metal, y yo mismo, junto con miles más en las Federaciones de Industria y las Uniones Territoriales, estuvimos plenamente en desacuerdo con los criterios de la mayoría de una Comisión Ejecutiva, que quería seguir la estrategia de CC.OO. de un rotundo OTAN NO que arrastró a la UGT. Diferencias profundas, entre una visión comunista en el sindicalismo influenciado por CC.OO. y el socialdemócrata de UGT, que en nuestro sindicato terminó con una muy importante crisis y un descabezamiento autoritario de casi la mitad de las direcciones de nuestra organización.

Para los que defendimos el SI a la OTAN en el Referendum, debía prevalecer nuestra pertenencia al Mundo Occidental, y por tanto el Mundo Democratico y Libre, como eligieron más tarde los trabajadores y los ciudadanos de los Paises del Pacto de Varsovia cuando cayó el Telón de Acero en el 91.

Nadie hubiéramos creído entonces, que seríamos capaces de competir con tanto éxito, en un contexto tan competitivo como el de Europa Occidental.

Bloqueo de Berlin 1948 La primera grand crisis de la guerra fría. Las tensiones entre los aliados occidentales y la URSS cristalizaron en Berlín, en la zona controlada por los soviéticos. El empeño de Estados Unidos de reactivar la economía alemana, incluida la inminente introducción de un marco alemán en sustitución del devaluado marco imperial, hizo que Moscú ordenara bloquear todos los accesos terrestres a las zonas de Berlín controladas por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. La ciudad quedaba aislada. Para auxiliar a sus habitantes sólo podían utilizarse los tres corredores aéreos existentes. Realizado por los EE.UU., Británicos, Canadienses, Australianos, Neozelandeses y Sudafricanos. Fueron 200 000 vuelos, con 4700 toneladas diarias de suministros.

HUNGRIA 1956. Solos contra los tanques rusos: al amanecer, las fuerzas soviéticas comenzaron un ataque a Budapest, obviamente con el objetivo de derrocar al gobierno húngaro legal y democrático. “Nuestras tropas están luchando. El gobierno está en su lugar. Estoy dando a conocer este hecho a nuestro pueblo y al mundo entero". Imre Nagy, Presidente de Hungría, se dirigía al mundo desde Radio Libre Budapest, para alertar al mundo de la invasión soviética. Igual que ahora en Ucrania.

PRAGA 1968. Verano … Más de quinientos mil de soldados del Pacto de Varsovia invadieron la capital checoslovaca, con tanques del Ejército Soviético, poniendo fin a la Primavera de Praga. ¿Qué sucedió? Un periodo de liberalización política. Comenzó en enero, cuando el reformista Alexander Dubček fue elegido Primer Secretario del Partido Comunista , y continuó hasta agosto, cuando la Unión Soviética y otros miembros del Pacto de Varsovia invadieron el país para reprimir las reformas.

SITUACIÓN ESPAÑOLA ACTUAL

Cuando los miembros del actual Gobierno pertenecientes a Unidos Podemos (todos de ideología y procedencia comunista), que pactó con Pedro Sánchez su investidura y sus puestos

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