Alguien debería darles un premio Goya a quienes han creado la película de que la Sanidad no funciona por culpa de Ayuso. Igualmente, todo lo que no funciona en Cantabria siempre es culpa del de fuera. Ni una responsabilidad. Animando a viajar en autobús desde la Montaña a la capital de España, aplauden consignas de manual sin ser conscientes de que quienes guían el autobús son los mismos que gobiernan en Cantabria, responsables de una Sanidad con muchas lagunas.
 

Vivimos en una sociedad que envejece a pasos agigantados, en la que el gasto sanitario no deja de crecer de forma alarmante. La esperanza de vida cada vez es mayor y las parejas jóvenes apenas tienen hijos. Un cóctel explosivo para todo nuestro sistema social que muy pocos se atreven a poner encima de la mesa, porque no tiene una solución de corto plazo, de tertulia de bar.
 

Me parece evidente que el futuro de la Sanidad en España no pasa por sacar más pancartas a la calle contra Ayuso, como hacen los genios del populismo. Es un desafío que hay que afrontar con profesionalidad y transparencia, porque no sirve de nada ocultar la realidad a los ciudadanos. Tenemos un grave problema que nos va a pasar factura en el futuro si no comenzamos a trabajar en serio.
 

Una vez establecido el marco, creo que este desafío ofrece también una oportunidad y está en las nuevas tecnologías y en la vanguardia de la medicina. No se trata solo de que haya una apuesta clara por la atención sanitaria, sino también por la investigación y el desarrollo en este terreno. Es hora de dar salida a proyectos en los que informáticos, ingenieros y sanitarios trabajen en común para ofrecer mejores tratamientos y soluciones a los pacientes.
 

Junto al impulso de posibles alianzas en nuestra universidad, también contamos con un tejido empresarial capaz de aportar soluciones innovadoras. Orientar a esas compañías, facilitar su inversión, animar a la colaboración público-privada siempre son motores de desarrollo.
 

Me consta que en el sur de España hay proyectos empresariales que buscan atraer a jubilados de otras partes de Europa. Para ello, tienen muy claro que es preciso ofrecer una infraestructura sanitaria de calidad. Y están trabajando en ello. Y esa es la diferencia, que aquí en lo único que trabajan algunos es en animar en las protestas contra Ayuso. Así nos va.