20.04.2024 |
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Reescriben el pasado para no hablar del presente

Pasado, presente y futuro...
Pasado, presente y futuro...
Reescriben el pasado para no hablar del presente

Cuando uno escucha a algunos líderes de izquierda, nacionales y regionales, tiene la sensación de ver un documental en blanco y negro. En ocasiones tratan cuestiones interesantes, que afectaron a nuestros abuelos y que en ocasiones buscan reparar con cambios de calles, de estatuas o de libros de texto.

Hemos llegado al punto de tratar de reescribir la Transición española, un modelo de convivencia en el que muchos países de Europa han buscado inspiración a lo largo de estos últimos años. Está claro que se pudo hacer mejor, pero la realidad es que en ese periodo, con aquellas circunstancias y con quienes vivían en aquel tiempo, se logró un cambio de régimen pacífico.

Más allá de valorar un periodo de nuestra historia que me parece admirable, lo que me preocupa es que intentan desviar el debate al pasado, para no hablar del presente… y mucho menos abordar el futuro.

He recorrido Cantabria de punta a punta varías veces; de chaval con el equipo de fútbol, como padre haciendo rutas de familia con amigos, y en los últimos años desde la política, y sé cómo viven las familias, conozco de primera mano la dificultad que supone para muchísimos el aumento de la luz, del gas, de la cesta de la compra. Es ahí donde hay que poner el foco.

Y como siempre las políticas cortoplazistas de la izquierda, frente a un problema, solo atienden al corto plazo, a la solución tan simple como ineficaz. Poner topes a los precios no es la solución, por mucho que en Cuba o en Venezuela lo hayan intentado durante años. Los precios son el síntoma de una actividad económica que pone la realidad en su sitio. Es como si un médico aborda una infección solo bajando la fiebre. La fiebre es el síntoma de un problema, no basta con bajarla con unos hielos en la cabeza.

El que Cantabria tenga un 30% de sus jóvenes sin trabajo, y porque muchos se van fuera ya que si no la cifra sería muy superior, es uno de los problemas reales. Es la enfermedad que finalmente lleva a un sistema a no funcionar bien, a subir los precios, a que la Administración deba destinar recursos a la población activa, a que los jóvenes se marchen porque no hay un entorno de confianza… Y todo ello lleva también a que, al haber tanto desempleo, los sueldos sean bajos. Con sueldos bajos, es muy difícil acceder a una vivienda, por lo que el mercado apenas se mueve, con todas sus consecuencias.

He tenido la fortuna de participar estos días en un encuentro nacional de dirigentes y parlamentarios del PP en Toledo. Y puedo asegurar que ahí se han abordado todas esas cuestiones que otros esconden. Bajo el título de ‘A la altura de un gran país’ he escuchado propuestas para promover el empleo, mejorar los servicios sociales o apoyar a las familias. Tengo claro que son las soluciones que necesita Cantabria, empezando por la innovación digital como base para un futuro mejor.

Reescriben el pasado para no hablar del presente
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