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Ojo a la manipulación de nuestros hijos

Alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial empiezan el curso este lunes y tres días más tarde para el resto de enseñanzas. En total, este mes más de 345.000 alumnos comienzan las clases con 900 docentes más, a 12 de septiembre de 2022 en Málaga (Andalucía, España)
Álex Zea / Europa Press
12/9/2022
Ojo a la manipulación de nuestros hijos

Como muchos padres con hijos en edad escolar, comparto la misma inquietud del comienzo de curso; compra de libros, material escolar, conciliación de horarios, gestiones burocráticas… Pero hay algo más que me preocupa este curso y es la carga ideológica que ha impuesto el Gobierno socialista con la Ley Celaá.
Si hay algo que se debería respetar en un país democrático es la libertad de los padres a escoger la educación de sus hijos. Y es algo que en España, con la Ley Celaá, solo se lo pueden permitir unos pocos, porque la educación privada o concertada cada vez tiene menos espacio. Hay un intento claro de imponer una ideología que, en algunos casos, está absolutamente lejos del conocimiento científico.
Gran parte de la Educación de los hijos, y del futuro de cualquier país, depende de criterios morales. Sin entrar en si son cristianos o no, la espiritualidad y la moral son elementos clave para la construcción de una sociedad. Cuando se menosprecian estos valores, el individualismo alarga su espacio, cada uno va a lo suyo y desaparece, poco a poco, la cohesión social.
Pensar que la ciencia y el progreso son suficientes para construir un mundo mejor es volver a las utopías comunista y fascista del siglo pasado. Grandes intelectuales y científicos fueron colaboradores de crímenes masivos porque dejaron a un lado las antiguas tradiciones morales, porque pensaron que el fin justificaba los medios.
No soy partidario de que sea el Estado el que instruya sobre criterios morales, pero sí de que los respete y aliente en los líderes que ayudan a construir una sociedad mejor. Quienes predican, también con el ejemplo, la caridad y la integración social, deben ser alentados. Quienes se empeñan en la solidaridad y el respeto, defendiendo la dignidad de cada persona humana, deben ser valorados por las instituciones y por toda la sociedad.
Un estado laico no quiere decir anti-religioso, quiere decir un Estado donde se respeta la realidad religiosa, sea cual sea, donde se permite la libertad de culto y se facilita el que los padres puedan educar a sus hijos en esos principios.
¿Qué es lo que podemos hacer los padres? Ante todo no bajar los brazos y exigir respeto a nuestros valores. Vamos a denunciar todo tipo de imposición educativa, todo tipo de adoctrinamiento. No vamos a permitir que nos impongan que el sexo es un mero consenso social, contribuyendo a la confusión de nuestros hijos en la etapa más vulnerable de su vida. No vamos a permitir que se reescriba la historia, que les digan a nuestros hijos que hasta la llegada del socialismo no había justicia social.
Este nuevo curso los padres tenemos una tarea importante: revisar los libros de texto, analizar los contenidos que se imparten a nuestros niños y desmontar la ideologización que trata de imponer el socialismo. El futuro de nuestros hijos es también el de toda una sociedad mejor.

Ojo a la manipulación de nuestros hijos
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