El martes de esta semana se cumple el noveno día de huelga de médicos en Cantabria. La consejería de Sanidad y el Sindicato Médico de Cantabria no lograron alcanzar un acuerdo en su última negociación, dentro de un conflicto por la carga de trabajo. Los facultativos exigen que se limite el número de pacientes en sus agendas. El objetivo es garantizar una atención de calidad a cada persona.

Mientras el gobierno de socialistas y regionalistas se muestra incapaz de gestionar la Sanidad en Cantabria, uno de sus diputados en Madrid alardeaba de la manifestación contra el Gobierno de Ayuso, en sus redes sociales. Ninguna mención a los problemas de su Comunidad, ningún interés por las dificultades que tienen los pacientes y los médicos de nuestra tierra.

El diputado cántabro de los socialistas confirmaba en redes sociales este fin de semana que Cantabria, para el PSOE regional, no existe: «Orgullo de país. Orgullo de Madrid, que ha llenado las calles de dignidad por una Sanidad pública de calidad», escribía. Una declaración bochornosa para los cántabros, para las personas por las cuales debería trabajar un «representante» de nuestra Comunidad.

Para algunos puede parecer anecdótico, pero el hecho responde a la política de pancartas y frases vacías de quienes deberían gobernar en Cantabria. La mejor forma de camuflar la realidad, de esconder la incapacidad para resolver los propios problemas es lanzarse a denunciar los problemas de fuera.

La agitación y la propaganda son un patrimonio tradicional de la izquierda. Expertos en agitación, incluso cuando deberían estar gobernando. El siguiente paso del PSOE y los regionalistas de Cantabria será culpar al gobierno de Ayuso de la subida de la luz, del gas y del precio de los productos básicos. Es lo único a lo que pueden agarrarse.

Mientras tanto, aquí en Cantabria debemos esperar al miércoles por la mañana. En ese momento, en el décimo día de huelga, se convocará una nueva asamblea para comunicar los avances en las negociaciones con la Consejería. Esperemos que se resuelva el conflicto, porque a la mayoría nos preocupa más la situación de los pacientes y sanitarios de Cantabria que la de Madrid.